Un dandy llamado Umbral

Francisco Pérez se convirtió en León en Paco Umbral. Personaje histriónico, periodista de corte y calle, es ahora el protagonista del documental Anatomía de un Dandy, que se estrenará en el festival de cine de Valladolid (Seminci) el día 26 en el Teatro Zorrilla. La película, de 90 minutos de duración, dirigida por Charlie Arnaiz y Alberto Ortega —autores de numerosos documentales biográficos, como Aunque tú no lo sepas (sobre Luis García Montero) o Un país en Labordet a—, con Aitana Sánchez-Gijón como narradora, incluye el testimonio de periodistas y relevantes figuras de la cultura. Por la cinta desfilan Juan Cruz, Raúl del Pozo, Manuel Jabois, Pedro J. Ramírez, Ángel Antonio Lucas, Victoria Vera, David Gistau, Ramoncín, Bénédicte De Buron-Brun, Manuel Llorente, Fanny Rubio, Jorge Urrutia, Rosa Montero y Manuel Vicent.

«Era una estrella de rock convertida en literato». Así define Charlie Arnaiz a Umbral, quien inició su carrera en este periódico: «Diario de León me dio la primera oportunidad para ser columnista de prensa. Yo ya había escrito cosas sueltas por ahí, pero eso de tener columna propia, con título y firma, esa vocación de estilista que le viene a uno no sé de dónde, se cumplió por vez primera con la Ciudad y los días en este periódico», reconoció el autor de Sinfonía borbónica.

El documental descubre la cara menos conocida del autor de Spleen de Madrid y de más de 10.000 artículos y casi 200 novelas. Además de las confesiones de la viuda de Umbral, María España, de amigos y compañeros de profesión, el filme muestra por primera vez cintas de casette con entrevistas íntimas e inéditas.

El filme pretende recoger toda la biografía de Umbral, desde su difícil infancia como hijo de madre soltera en la España de los años 30 —supuestamente su padre era un conocido abogado cordobés padre del poeta Leopoldo de Luis—, hasta sus años como columnista y entrevistador de la jet set. Arnaiz quiere romper en el documental con esa ‘foto fija’ del escritor lanzando el exabrupto: «Yo he venido aquí a hablar de mi libro». «Era un dandy, pero su personaje engullía a veces a la persona». El codirector quería buscar la ‘cara B’ de Umbral, «aunque a veces era difícil saber cuál era la A y cuál la B».

El autor de Cela: un cadáver exquisito tuvo una relación de amor-odio con León, ciudad en la que dio sus primeros pasos profesionales, donde empezó a firmar como Francisco Umbral y de donde tuvo que salir huyendo por orden del alcalde de turno. Dos décadas después de su despedida de León el periodista se vengó. Dijo que era ciudad provinciana, pacata y sin apenas inquietudes culturales.

Umbral, que lo fue todo para el columnismo, falleció en 2007. Su vida y también su obra estuvieron marcadas por las ausencias. La de su padre y la de su hijo, al que con cinco años una leucemia se lo llevó por delante, como reflejó el escritor en Mortal y rosa , un sobrecogedor monólogo en que confiesa: «El hijo es un relámpago de futuro que nos deslumbra».