Caída del turismo
El público condena a la Catedral de León
El descenso de visitantes supone ya 901.000 euros menos que el año pasado, lo que obligará a frenar la restauración de vidrieras y otras obras
Comienza el toque de queda. F. Otero Perandones.
La Catedral de León también es una víctima del Covid-19. La pandemia ha reducido los ingresos drásticamente.
Si por estas fechas el año pasado el principal monumento de la ciudad había recibido 250.160 visitantes, que dejaron en la taquilla 1,3 millones de euros, en los diez meses de 2020 la cifra ha caído a 81.000 visitas y 901.000 euros menos en caja.
La consecuencia inmediata es que la obras quedarán ‘congeladas’, según Mario González, administrador de la Catedral.
Los peregrinos y turistas sufragan en buena medida las obras imprescindibles de la Catedral, pero no hay estudios sobre el impacto del principal monumento de León en la economía de la ciudad. La mezquita aporta a Córdoba el 1,46% del PIB provincial.
De momento, el Taller de Vidrieras ubicado en la calle Dámaso Merino ultima la restauración del vitral N-XVI, pero es posible que tarde meses en desmontar otra vidriera para completar la magna restauración iniciada hace catorce años con el proyecto El Sueño de la Luz.
A un ritmo de uno o dos vitrales al año o, lo que es lo mismo, 50 o cien metros cuadrados, la Catedral no habrá completado la restauración de todas las vidrieras antes de seis años.
Al final, la recuperación de los 1.800 metros cuadrados de vitrales —737 piezas, tres rosetones de ocho metros de diámetro, 31 ventanales de doce metros de altura y 48 espacios de diverso tamaño— habrá costado veinte años y alrededor de diez millones de euros.
Los Presupuestos Generales del Estado sí contemplan una partida de 100.000 euros para la Pulchra. Según González, 46.000 serán para la restauración y limpieza del trascoro.
El resto ya se ha invertido en los estudios y análisis previos y el proyecto que permitirá devolver ‘el dorado’ original a una de las estructuras más fastuosas del edificio, una joya del Renacimiento del año 1574 con apariencia de gran arco de triunfo y decorado con esculturas de Jordá y Juan de Juni.
La Junta hace años que no destina fondos a la Catedral de León, que sí ha tenido otros mecenas, como la Diputación, que ha subvencionado la restauración de los pináculos que se están reparando por fases. El año pasado fue la Fundación Cepa la que asumió la rehabilitación del gran rosetón de la fachada principal.
El Cabildo empezó a cobrar entradas para ver la Catedral de León hace siete años.
En 2016 subió el precio a 6 euros, que se ha mantenido desde entonces —5 euros cuando se trata de grupos, jubilados y estudiantes; y 2 euros, los escolares—.
De momento y mientras las circunstancias sanitarias lo permitan, la Catedral seguirá abierta, a diferencia del Museo de San Isidoro, que ha cerrado por el repunte de la pandemia.