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Arte

Los murales de Carrizo abandonan la ‘clausura’

El archivo del monasterio preserva pinturas murales de estilo mudéjar que siempre han quedado fuera de las restauraciones que se han llevado a cabo en este convento de clausura. Solo se conservan el 20% de los frescos, que la Junta quiere salvar en siete meses.

León

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Es una de las pequeñas joyas de un monasterio que en su día estuvo repleto de ‘tesoros’. La Junta acaba de sacar a licitación, por 92.154 euros, la restauración de los frescos de la llamada Sala de las Pinturas Murales.

En su día los dibujos de estilo mudéjar, en contraste con el resto del monumento, en el que se siguieron otras tendencias, llenaron las paredes de esta estancia, ubicada en la panda occidental del claustro. Ahora solo se preservan el 20% de los frescos, que no se exhiben al público, aunque sí en la web de este monasterio de la orden Cisterciense de la Estricta Observancia (www.monasteriocarrizo.es).

No está claro en qué momento de las sucesivas reformas que sufrió el monasterio de San María de Carrizo de la Ribera fueron realizadas estas singulares pinturas —previsiblemente, en el siglo XVI—.

En las fotos de arriba, detalles de las pinturas que se van a restaurar. Debajo, exterior del monasterio de Carrizo. JESÚS F. SALVADORES

La sala, que hasta hace poco albergó el archivo del convento y que inicialmente habría servido como vestíbulo para recibir las provisiones, ha quedado al margen de las sucesivas rehabilitaciones que se han llevado a cabo en los últimos años.

Pinturas en peligro

Según el expediente de contratación de la Dirección General de Patrimonio, que fija un plazo de siete meses para la recuperación de estas pinturas que se han ido desprendiendo lentamente con el paso de los siglos, fueron realizadas ‘al seco’ sobre mortero aplicado a un muro de tapial.

«Se advierten amplísimas zonas ahuecadas, fracturadas y completamente deformadas, de manera que entrañan un riesgo inminente de desprendimiento en forma de grandes placas», dice el informe.

Las pinturas están organizadas en dos niveles, uno superior —que cubre la parte alta de la pared hasta el techo— y el zócalo, ambos separados por un friso de argollas eslabonadas que se repite como remate en la parte alta.

Detalles de las pinturas que se van a restaurar. Debajo, exterior del monasterio de Carrizo. JESÚS F. SALVADORES

El monasterio de Santa María de Carrizo, uno de los pocos de la provincia que aún mantiene una pequeña comunidad de 23 monjas de clausura, fue erigido en el año 1176 por la condesa Estefanía Ramírez, viuda del conde Ponce de Minerva, quien dirigió el convento hasta su muerte y a quien sucedió su hija, ya con el título de abadesa.

En 1981 el monasterio recuperaba importantes documentos ‘perdidos’ tras la desamortización, entre ellos varios privilegios de los siglos XIV y XV, así como el de la propia fundación del cenobio, que acredita que en 1176 la citada condesa hace donación a la orden del císter de las villas de Carrizo, San Pedro del Páramo (actual San Pedro de las Dueñas), Grulleros, Argavallones y de sus heredades en Astorga, en Riegos (Villaviciosa de la Ribera) y en Tapia, con el fin de que se edifique en Carrizo una abadía de religiosas.

Algunas de las mejores joyas del monasterio, que tuvo entre sus abadesas a grandes damas de la nobleza leonesa —de estirpes tan poderosas como los Osorio, los Guzmanes, los Pimentel, los Acuña o los Quiñones—, quienes enriquecieron con sus dotes el tesoro artístico del convento durante siglos, se encuentran hoy ‘en el exilio’, como el célebre Cristo de marfil del siglo XI, que preserva el Museo de León; el llamado Arcón románico, fechado en el año 1300, que puede verse en el Museo de la Catedral de Astorga; o la puerta del monasterio, que fue a parar al Museo Marés de Cataluña.