Fósiles leoneses desamparados
La asociación Luna Verde se moviliza para que los yacimientos paleontológicos de la provincia tengan protección en la futura Ley de Patrimonio Cultural de la Junta
Están desamparados. Atrapados en un limbo legal. Los fósiles carecen de protección específica en la futura ley que prepara la Junta sobre Patrimonio Cultural. La Asociación Luna Verde se ha movilizado para defenderlos. En León hay al menos 387 puntos de interés geológico. Es una auténtica ‘potencia’ en trilobites o en graptolitos.
El yacimiento de Salas de la Ribera es único en el mundo por su riqueza en animales marinos que vivieron en los mares paleozoicos. Y el valle del río Luna contiene restos fósiles con toda la secuencia de la era primaria, desde hace más de 500 millones de años. Es el yacimiento de la era primaria que más especies animales ha descubierto para la ciencia.
Blastoideos de Colle, unos de los fósiles más apreciados. JOSÉ VICENTE CASADO / ESPERANZA FERNÁNDEZ
Miñera de Luna cuenta con el primer museo del mundo dedicado a la explosión de la vida animal en el Cámbrico —uno de los tres hitos más importantes de la Tierra, pues en el tiempo geológico se habla de antes y después del Cámbrico—. La nueva ley únicamente contempla como bienes patrimoniales los vinculados a la evolución humana, que en Castilla y León se reducen a los procedentes de Atapuerca.
Patrimonio único
Luna Verde advierte que el patrimonio geológico leonés quedará desamparado y pueden acabar desapareciendo «los valiosos trilobites de Los Barrios de Luna, los delicados blastoideos de Colle, los corales que construyeron arrecifes en el actual valle del Bernesga o las esponjas que forman muchas de las peñas de Babia».
La Ley del Patrimonio Natural y la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 protegen los fósiles de una forma ambigua. En la práctica —denuncia Luna Verde—, «la gran mayoría de los yacimientos paleontológicos y de sus fósiles quedan a merced de cualquiera que decida extraerlos o comercializarlos».
León preserva auténticos bosques pétreos de la época en la que esta provincia y la ciudad de Nueva York compartían una franja costera bañada por un océano llamado Iapetus.
Con nombre leonés
El Leonodus, el diente de tiburón más antiguo que se conoce, fue localizado durante las obras de la autopista con Asturias, cerca de Los Barrios de Luna. Este fósil único, que lleva el nombre de León, se encuentra en el Museo de Historia Natural de Londres. Un fósil que, como millones de ellos, han sido extraídos de León y han permitido enriquecer museos de todo el mundo o han sido objeto de lucrativos negocios en el mercado del coleccionismo. Un expolio de magnitudes colosales.
Al igual que el Leonodus, otros fósiles llevan de nombre su procedencia leonesa, como Adradosia (homenaje a la localidad de Adrados) o Luciella (Santa Lucía). Un patrimonio que es un referente en todas las universidades que imparten Geología o Paleontología. Durante décadas estos yacimientos han sido un «supermercado» para estudiosos y coleccionistas. Llegan, los cogen y se van.
León ha descubierto antepasados de arañas, miriápodos, equinodermos, braquiópodos, insectos y plantas ‘desconocidas’. Algunos de los más increíbles caben en la palma de la mano, como las arañas más antiguas localizadas en el mundo, de apenas un centímetro, o el ‘antecesor’ de los escorpiones, de 300 millones de años de antigüedad, que apareció en la cuenca minera de Villablino y que no supera los cinco centímetros. Este rico patrimonio leonés ha sido sistemáticamente expoliado sin que nadie lo impida.
Que la ley los ampare
Mientras los yacimientos de icnitas o huellas de dinosaurios de Burgos y Soria fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2005, el patrimonio geológico leonés carece de tal protección. Luna Verde animó a ayuntamientos y particulares a presentar alegaciones al anteproyecto de ley que prepara la Junta. Esta asociación se ha adherido a la propuesta formulada por la Comisión de Patrimonio Geológico y la Sociedad Geológica de España (SGE) y la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero para que los yacimientos paleontológicos y sus fósiles sean protegidos, bien por la nueva ley de patrimonio cultural, bien mejorando y haciendo efectiva la actual ley de patrimonio natural, de tal manera que todos los yacimientos y fósiles inventariados tengan una protección efectiva.