AMANCIO PRADA CANTAUTOR
«Nunca he entendido mi canto como espectáculo, sino como oración»
Pocos cantautores como Amancio Prada logran convocar a públicos tan dispares. Acompañando los versos de Lorca, Pereira, Mestres, Zambrano... en un ejercicio rebosante de sensibilidad, Prada presenta hoy, a las 20.30 en el
-Aunque con varios meses de retraso, llega por fin a León «Escrito está». Su voz estrena escenario, un moderno Auditorio, esto implica nuevas gentes, además de las que le arropan siempre incondicionalmente. ¿Condiciona el lugar a sus canciones? -Por lo que he visto del Auditorio me ha impresionado y si a esto acompaña, como así sucede, una buena acústica, entonces tenemos un espacio escénico de primer orden que vamos a celebrar todos. En cuanto a lo de cantar en los auditorios o en los marcos históricos debo decirte que cada uno tiene su encanto, pero todos sirven para llegar de formas distintas a ese público incondicional que siempre me acompaña cante donde cante. He actuado en todos los auditorios de España y en la mayoría de los marcos históricos y he visto que el calor y la emoción se manifiestan por igual en ambos si lo que tu das, lo que tu transmites, llega realmente a los corazones de ese público que crece día a día. -Su repertorio es muy extenso, pero nunca antes había incluido a dos poetas bercianos como Mestres y Pereira. ¿Habrá otras colaboraciones con poetas leoneses? -Celebro que esta primera actuación en el Auditorio sea para cantar, entre otros, a los paisanos y amigos Antonio Pereira y Mestres. Desde siempre nuestra relación ha sido muy cariñosa y esto se refleja en el producto. En esta ocasión, Mestres estará conmigo en el Auditorio para recitar su Antífona de Otoño, un hermoso poema al que su poderosa voz inviste de nobleza y empaque. En cuanto a futuras colaboraciones con otros poetas nuestros, la verdad es que son tantos, porque en eso también somos ricos, que me es difícil incluirlos a todos. Porque poetas hay muchos pero cantores pocos.. -«Escrito está», además de una frase profética forma parte del poema «Antífona de Otoño», que es el eje central del recital. En él se habla de la nostalgia del que regresa a lo vivido y lo soñado de dolor por lo ausente, ¿es este el sentir Amancio Prada? -El deseo desde luego es un motor muy importante y cuando uno tiene las raíces tan profundas en un paisaje, en una cultura, esa querencia es inevitable. Pero también esa fortaleza de las raíces son las que te permiten llegar más lejos. -Siempre hablaba de lo mucho que agradece y quiere al público leonés, pero también de su tristeza por no estar más en Ponferrada... -Con mis paisanos de Ponferrada me he reencontrado artísticamente hace ya ocho años y cada dos años vuelvo al Bierzo a ofrecerles mis canciones y a presentarles los últimos discos. Pero entiendo que en León me tienen un cariño muy especial que me emociona profundamente, así que vuelvo una vez más a dar aquí lo mejor de mi mísmo. -En este disco se menciona muchas veces las palabras patria, raíces, pueblo ¿qué significan estos términos? -Tiene mucho que ver con mi vida, porque a mí me ha marcado muchísimo mi infancia rural, como también me han marcado los cuatro años que estudié con los salesianos, donde aprendí a cantar como quien reza. «Nunca he entendido mi canto como espectáculo, sino más como oración». Hay un poema hermosísimo en el disco de Sánchez Ferlosio y Agustín García Calvo que dice: «Tu eres mis leyes, mi Dios, mis padres y mi patria», que lo expresan todo. -¿Cree realmente que su destino «Escrito está»? -Nada está escrito de antemano. Cada página de la vida la escribimos día a día. Como decía el final de Emboscados: «Vuestro final no está escrito. Pues entonces somos libres».