Eduardo Mendoza escribió el mejor libro del 2001, según los libreros
Eduardo Mendoza recibió ayer en la Feria del Libro de Madrid el premio al Mejor Libro del Año 2001 por La aventura del tocador de señoras, un premio con el que el gremio de libreros ha querido reconocer a un escritor que, con esta obra, ha querido demostrar que «la novela está en crisis, no sé si moral». Hacía años que Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) no iba a la Feria del Libro de Madrid, un evento que, según confesó a los periodistas, no le gusta mucho porque las «aglomeraciones» han hecho que se haya perdido «el contacto entre el autor y el lector que había antes». «Espero que no se convierta en una feria de las vanidades», dijo tras señalar que una mezcla de timidez y de pereza hacen que él no se sume a la larga lista de escritores que cada día están horas en una caseta firmando libros a unos lectores con los que apenas pueden cruzar unas cuantas palabras. Pero este año el autor de La ciudad de los prodigios o La verdad sobre el caso Savolta llegó a la Feria con el tiempo justo para acudir al acto de entrega del premio al Mejor Libro del Año 2001, un galardón sin dotación económica y con el que el gremio de libreros de Madrid reconoce al que en su opinión fue el mejor de entre los más de 50.000 que se editaron el año pasado. Los libreros son «el mayor círculo de críticos literarios a pie de obra», dijo el presidente de la Feria del Libro de Madrid, Fernando Valverde, quien consideró que este galardón es «atípico, diferente, sincero e independiente». Si el año pasado, en su primera convocatoria, los libreros de Madrid decidieron que el mejor del 2000 era La fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa, este año votaron por La aventura del tocador de señoras, una «antinovela», según la definió su autor, que recogió el premio con «emoción y satisfacción». «Escribir un libro es ir de viaje casi a ciegas» y, por eso, cuando se recibe un premio el autor tiene «la sensación de que ha llegado a buen puerto», explicó Mendoza.