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El artista leonés Pérez Aláez, tras triunfar en Galicia, donde pronto tendrá una calle, quiere exponer en León

Desde Monforte con amor

Una obra del artista leonés José Luis Pérez Aláez, que muestra su pintura también en Internet

Publicado por
Marcelino Cuevas - LEÓN.
León

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Cuando un artista se decide a tirar por la borda su equipaje, a quemar las naves y lanzarse en busca de la bohemia, de esa vida solamente posible para aquellos que comparten pasiones con las musas, no hay nada que pueda detenerle. José Luis Pérez Aláez (León 1950) es uno de esos personajes, un pintor, un hombre, reñido con el convencionalismo, con una rutina que le hubiera llevado inexorablemente a ser un tranquilo maestro rural, que para ello estudió con buen aprovechamiento, consiguiendo su flamante título en 1975. Pero solamente un año después se lanzó en pos de la aventura. Pérez Aláez ha conocido la mayoría de los países europeos y, sobre todo, ha conocido a otros artistas, a grandes personajes que de alguna manera le han servido de jalones en su trayectoria vital. «Comencé mi exilio donde he terminado, en Galicia, primero viví en Meiga, en la provincia de Lugo, después en Chantada, donde abrí un pub en los años 80. Fue un local sorprendente, muy innovador para aquella época, que visitaron todos los intelectuales gallegos del momento, uno de mis clientes era el hoy ministro Mariano Rajoy, que en aquel momento era estudiante». Otros habituales importantes fueron el presidente del Tribunal Supremo y el ministro de Exteriores de Cuba, que, por cierto, «está empeñado en llevarme a La Habana para que imparta clases de pintura». El artista leones, a pesar de ser autodidacta, reconoce sus tempranas inclinaciones por la pintura: «Todo surgió en un viaje que hice con mis padres a Madrid, durante el que tuve la oportunidad de visitar el Museo del Prado. Al ver tanta belleza decidí que aquello era lo mío y comencé los experimentos con lápices y pinceles». Sus obras figuran hoy en los edificios más emblemáticos de Galicia. El pintor, que actualmente reside en Monforte de Lemos y al que Chantada quiere dedicar una calle, está orgulloso de sus periplos viajeros en los que conoció a personajes importantes. «Conocí a Dalí, en Port Ligat, en un momento en el que ya prácticamente no pintaba, tenía a unos «negros» americanos que se pasaban el día trabajando para luego él firmar lo que hacían. En aquellos días estaba terminando el cuadro que regaló para su boda a la nieta de Franco, Carmen Bordiú. Ese sí que lo pintó él, que en aquel momento se definió como monárquico». Lo que más influyó en su trayectoria artística fue su contacto con la intelectualidad gallega, Rosa Ramallo, Colmeiro, López Guntín, Laxeiro, Sucasas, Salgueiro, Francisco Lareo... Confiesa que su pintura es fruto de su personalidad. «Dicen que soy el mejor pintor del expresionismo gallego dentro del minifundio». Ahora su ilusión es exponer en León.