La actriz Rossy de Palma protagoniza esta película que ha arrasado en Francia con cuatro millones de espectadores
«El embolao» llega a España
La actriz Rossy de Palma, a pesar de la popularidad que consiguió en España con sus trabajos en las películas de Pedro Almodóvar, cada vez trabaja menos en la cinematografía nacional, centrándose, sobre todo, en producciones francesas. «Puede que la etiqueta de chica Almodóvar pese, pero yo no siento frustración por no trabajar en España», afirmó ayer ante un reducido grupo de periodistas durante la presentación en Madrid de la comedia francesa El embolao. En esta cinta, que después de arrasar en la taquilla francesa con cuatro millones de espectadores, llegará a los cines españoles el próximo 16 de agosto, da vida a Conchita, «una española de armas tomar», según sus propias palabras. «El rodaje en Africa fue un embolao muy gratificante, divertido y trepidante. He estado mimadísima», dijo la actriz que en esta ocasión comparte protagonismo con Gérard Lanvin, Benoît Poelvorde y José García, entre otros actores. «Un actor es pasivo, depende de los deseos de otros, y como yo no soy una actriz vocacional, si no trabajo en esto no me muero, no siento frustración», señaló De Palma, quien se refirió a ella misma como una mujer «con muchos matices y muy creativa». «La gente me dice por la calle que me echa de menos, pero los actores somos utensilios que usan otros y, tal vez, aquí no haya directores a los que le interese mi registro», añadió. Asimismo, esta actriz, que vive a medio camino entre Madrid y París, aunque lleva un año instalada en la capital española, donde ha escolarizado a sus dos hijos, reconoció que en algún momento de su carrera ha tenido que aceptar papeles que no le interesaban por razones económicas. «Ahora me interesan papeles que no me lleven mucho tiempo, papeles cortos, intensos y bien pagados», dijo una intérprete que ha trabajado con directores de la talla de Robert Altman o Mike Figgis. A su vez, reconoció que le debe mucho a Almodóvar, con quién trabajó en La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios y Átame.