La marquesa de Iria Flavia, Marina Castaño, presentó ayer el libro «Cuaderno de El Espinar. Doce mujeres con flores en la cabeza», ilustrado por el nobel
El testamento literario de Cela
Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela, aseguró ayer que su marido «siempre tuvo mucha inquietud» y mantuvo la intención «de ponerse a pintar en algún momento», pero no llegó a hacerlo de forma constante «por una u otra razón, quizás por la pereza de ponerse delante del caballete y el lienzo». Castaño, que presentó ayer en Marbella (Málaga) el libro inédito Cuaderno de El Espinar. Doce mujeres con flores en la cabeza, que contiene doce aguafuertes del Premio Nobel de Literatura, dijo en rueda de prensa que estas obras le permitían «entre página y página de cualquier libro romper un poco y refrescar un poco la cabeza, ya que le distraía mucho y le gustaba». La marquesa de Iria Flavia relató que el libro comenzó a gestarse en 1991, cuando compró un papel artesanal que después le pidió su marido, y en el que plasmó, de forma esporádica, a las doce mujeres que aparecen en la obra. Por su parte, el editor, Jordi Nubiola, que frecuentaba la casa de ambos, les animó a publicarla, explicó Castaño, que añadió que «lamentablemente», Camilo José Cela no ha podido conocer el resultado final, aunque «sí vio las últimas pruebas». Según Castaño, al Premio Nobel de Literatura «le entusiasmaba la idea de hacer las cosas bien, como este libro». Las mujeres que aparecen en él son «muy extrañas», y para definirlas «podría emplear una palabra que no sé si le gustaría a Camilo, que es nueva y es muy utilizada en gastronomía, son mujeres deconstruídas», dijo la viuda del escritor gallego. También aclaró que el papel de esta edición no es el mismo que inicialmente utilizó Cela, aunque sí «de similares características», y «el mismo que utilizaba Picasso», y confirmó que fue el último libro que escribió en vida, pero «trabajó hasta el último momento, porque enviaba sus artículos periodísticos». Doce aguafuertes con mujeres pintadas en negro y flores de colores en la cabeza, con sus nombres y sus historias, forman este libro inédito que Camilo José Cela escribió en Marbella, una obra ilustrada por él mismo de la que se editarán trescientos ejemplares para coleccionistas y bibliófilos. La obra fue culminada, tras escribir los textos, en el verano de 2000 en una de sus habituales estancias en el hotel Incosol de Marbella, donde ayer se presentaron dos ejemplares. La obra está considerada de autor, ya que «no está editada bajo las normas clásicas, sino tal y como la concibió» el escritor, relató Nubiola, que valoró cada ejemplar, firmado por la marquesa viuda de Iria Flavia, Marina Castaño, en calidad de presidenta de la Fundación Camilo José Cela, en unos 3.000 euros. Doce esculturas de bronce patinadas al fuego y de unos cuarenta centímetros de altura complementan al libro, del que hasta ahora se han editado quince ejemplares, debido a la lentitud del proceso -completamente artesanal-, aunque la tirada ascenderá a trescientos en un año. Cada tomo, que Nubiola dirigió a un público formado por coleccionistas de arte y «gente de buen gusto», pesa algo más de dos kilos y se presenta envuelto en un estuche, ambos hechos con una combinación de papel y piel negra, y el lomo del ejemplar lleva doce nervios, en vez de los cinco tradicionales, en «homenaje a las doce mujeres» protagonistas de la obra. El nombre del libro y del autor aparecen grabados en oro fino y la portadilla interior porta el aguafuerte que Cela decidió introducir en el último momento, y según Nubiola con esta obra «no pretendía otra cosa que hacer un libro precioso».