La obra de Joaquín Rodrigo será investigada en Valladolid

La figura del músico Joaquín Rodrigo solo es conocida superficialmente, pese a su fama, según su única hija, Celia Rodrigo, por lo que un convenio firmado ayer servirá para iniciar una investigación en profundidad sobre este exponente de la música española del siglo XX. La investigación la coordinará la Universidad de Valladolid y en ella participará el profesor Javier Suárez Pajares de la Complutense de Madrid, que es uno de los mejores expertos sobre el autor de la famosa obra El Concierto de Aranjuez. El convenio lo firmaron en Valladolid el rector de la Universidad vallisoletana, José María Sanz Serna, y la hija del compositor, que es la presidenta de la Fundación Victoria y Joaquín Rodrigo, con sede en Madrid. La hija de esa pareja de músicos aseguró, en rueda de prensa tras esta firma, que a sus padres «les hubiera alegrado el marco» de este acuerdo, porque será el Aula de Música de la Universidad de Valladolid la que durante un año coordine esta «rigurosa» investigación, dedicada no solo a la obra del compositor, sino a toda su vida en general. La presidenta de la Fundación añadió que fue su padre «quien trajo la música a la universidad española», en la década de 1940. Celia Rodrigo afirmó que la obra y vida de su padre solo se conocen «superficialmente», pese a la «popularidad» de muchas de sus composiciones, en especial «El Concierto de Aranjuez». Además, destacó la participación del profesor Suárez, presente en la firma, porque «sabe casi más que yo de la vida de mi padre», por sus dos libros ya editados sobre el maestro Rodrigo y su importante papel en la organización en 2001 del centenario del nacimiento de este músico de origen valenciano afincado en Madrid. Por su parte, la directora del Aula de Música, María Antonia Virgili, declaró que la Fundación pondrá a disposición de los investigadores sus «valiosísimos» fondos no solo sobre Joaquín Rodrigo, sino «de toda una época y un contexto» acerca de los que existen «excesivos tópicos». Virgili agregó que, por esa razón, «hay que ahondar» en la investigación «con una visión amplia y sin perjuicio», como la que puede ofrecer una universidad, «sin adscripciones ni sesgos», ya que gran parte de la obra de Joaquín Rodrigo se desarrolló durante la época franquista. El convenio «nace con voluntad de continuidad», ya que durante un año servirá para definir unas líneas prioritarias de estudio que está previsto continuar en próximas fases, para «completar aspectos menos conocidos y estudiados» de este compositor, fallecido en 1999. El 80 por ciento de los cerca de 6.000 euros que la Fundación se compromete a aportar con este acuerdo estarán destinados a becas, con el fin de formar a jóvenes musicólogos. La Fundación y las universidades de Valladolid y Complutense de Madrid, puesto que el convenio está abierto a otros investigadores de esta institución académica madrileña, pretenden durante el primer año de trabajos conocer cómo están actualmente los estudios sobre el maestro Rodrigo, su obra, pensamiento y época.