Las jornadas en Ábano se completaron con una muestra de tareas de labranza
La Cepeda recuerda a sus ancestros
La Cepeda volvió ayer a echar un vistazo al pasado durante la segunda sesión de sus jornadas culturales, que combinó la intelectualidad con las tradiciones más arraigadas
Las jornadas incluyeron varias ponencias sobre oficios y tareas tradicionales
La sesión se celebró en las antiguas escuelas de Ábano, acondicionadas por los vecinos, que acogían una muestra fotográfica de estampas de laboreo y de imágenes antiguas de vecinos. Música popular y un poema de Ángel Francisco Casado, hijo del pueblo, abrió la jornada, que inauguraron el alcalde de Quintana del Castillo, Emilio Francisco Cabeza, y la pedánea de la localidad, Celia Arias. El primero dijo que la cita permitía «encontrarnos con nuestra historia y nuestro pasado» para «no olvidarlo», y la segunda reivindicó que «Ábano también existe» y deseó que la sesión fuera el embrión de futuros encuentros en la localidad. Benito Escarpizo, uno de los organizadores de las jornadas, agradeció al pueblo su acogida y el montaje de la sesión, y leyó una carta del presidente de la mancomunidad de La Cepeda, Joaquín Llamas, ausente por motivos familiares. Éste destacó la importancia de «invertir en la cultura y las costumbres propias de cada localidad, e ir adaptándolas a los tiempos actuales», y abogó por un esfuerzo común «para un futuro mejor de nuestras gentes y nuestros pueblos». Antonio Natal, otro de los artífices de las jornadas, explicó el contenido de las mismas, y reclamó el Premio Castilla y León de Patrimonio para la etnógrafa Concha Casado, presente en la sala y nombrada el sábado pasado Cepedana del Año durante la primera sesión de esta iniciativa. Exposición de labranza La cita incluyó alguna novedad respecto a ediciones anteriores, como la inaguración de un monolito conmemorativo de las jornadas, una exposición de aperos de labranza, una clase de formación en distintas tareas agrícolas como la maja, la cestería e incluso el hilado de la lana, o una muestra artesanal. Estas iniciativas evidenciaron la implicación de la localidad para con esta propuesta cultural, y se sumaron al carácter reivindicativo que tuvo la sesión, con el fin de revitalizar los pueblos de la comarca. La jornada se compuso de diversas ponencias, de Aníbal Fernández (Un rito: La Maja); M. Ángeles Rodríguez (La Carta Arqueológica de La Cepeda); Charo Franca (Ábano, corazón de bronce, combinada con toque de campanas); y Saturnino Fernández (Salvar las lagunas cepedanas). Después, la jornada continuó con la entrega de los premios de la segunda Bienal de Poesía Eugenio de Nora, patrocinada por el ILC, y en la que resultaron ganadores Luis Manuel García Méndez (poeta cubano y profesor universitario), y Ángel Francisco Casado (escritor y músico cepedano), del primer premio y el áccesit, respectivamente. Ambos participaron en el recital poético posterior, junto a Marifé Santiago Bolaños, Antonio González Guerrero y Eugenio de Nora, miembro, secretario y presidente, respectivamente, del jurado. La tarde continuó con el concierto de guitarra de Gonzalo Valladares, al que acompañó Diego Valladares de 8 años a la percusión. La jornada se completó con un filandón popular con los vecinos del pueblo, y con música regional, panderetas, y exposición de fotografías y de libros de autores cepedanos. Las jornadas, organizadas por varios autores, artistas e intelectuales cepedanos con la colaboración de varias entidades, pretenden dinamizar esta comarca desde el punto de vista cultural, amparándose en las tradiciones y costumbres, y reforzar la importancia histórica de la zona. La primera sesión de las jornadas, que tuvo lugar el pasado sábado en Carrizo de la Ribera, enmarcó la presentación del libro La Cepeda y los reyes, una edición facsímil de los privilegios de Quintana del Castillo editado por Caja España, cuyo original fue sustraído del museo provincial de León. La cita incluyó también un recital poético, bailes, música tradicional y la habitual exposición de libros de autores leoneses.