La obra de Gaudí podría ser Patrimonio de la Humanidad
Bajo la piel exuberante y expresionista de la obra de Antonio Gaudí (Reus 1852, Barcelona 1926) se esconde el sentido práctico de sus obras, el razonamiento arquitectónico llevado al límite empírico, según sostuvo ayer el comisario del Año Gaudí, Daniel Giralt-Miracle. El historiador barcelonés relató, en los cursos de verano de la Complutense, como el arquitecto gerundense «ha dejado de ser una antigualla y un signo decandente del Art Nouveau», para ser considerado como «el precursor de la arquitectura racionalista». El conjunto de su obra podría ser declarado por la UNSECO Patrimonio de la Humanidad. Considerar a Antonio Gaudí como un genio de la creación plástica, era ya lugar común en la historia del arte. Sin embargo, tal y cómo apuntó Giralt-Miracle, «nunca se le había dado la importancia que merecía en el campo técnico, estructural y constructivo». En este sentido, y dentro del programa que desarrolla el Año Gaudí, la Universidad Politécnica de Cataluña ha analizado en profundidad todo el sistema estructural del arquitecto con sistemas informáticos.