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Las nuevos espacios expositivos se ubicarán en una de las torres de la seo

Siete nuevas salas para el museo de la catedral segoviana

La torre de la Catedral de Segovia, de 85 metros de altura, albergará siete nuevos espacios expositivos tras las obras que se comienzan a efectuar ahora, enmarcadas en el

El delegado diocesano, Barbado, y el director de las obras, Navarro

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Ep - SEGOVIA.

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La nueva actuación tiene un presupuesto de 900.000 euros financiados por el Ministerio de Fomento con cargo a las partidas del «1% cultural» y supondrá la remodelación y adaptación de los siete cuerpos que existen en las cuatro plantas de la representativa estructura de la torre campanario comunicadas mediante una escalera de caracol. Los plazos de actuación no están completamente definidos, aunque se pretende que los andamios que comienzan a cubrir los 85 metros de altura que tiene la estructura gótica sean retirados antes de mayo de 2003, cuando Segovia albergará la exposición «Las Edades del Hombre», aunque las nuevas salas no podrán utilizarse en esa muestra, al carecer de proyecto de instalación museística. El arquitecto director facultativo de las obras, Eduardo Navarro, explicó que el proyecto contempla que la capilla de San Blas, en la planta baja, se destine a la recepción de los visitantes. Un Museo Histórico ocupará la sala de Santa Catalina, en el primer cuerpo; la bóveda de la torre albergará el Museo de la Fábrica y la antigua vivienda del campanero se destinará a Museo Etnográfico. Los espacios más altos contarán con un Museo de la Tecnología, en las salas donde estaban instaladas la maquinaria del reloj y el cuerpo de campanas y, en la cúpula del último nivel se ofrecerá una muestra ambiental de la ciudad de Segovia, a modo de mirador desde el que se podrá contemplar toda la ciudad y varios kilómetros de su entorno, de acuerdo con las explicaciones de Navarro. Al mismo tiempo, el director facultativo de la obra dio por concluidos los trabajos seguidos en los últimos meses para habilitar nuevos espacios expositivos bajo el claustro del templo que han permitido recuperar salas ocultas desde hace más de 300 años.