Compartiendo las tradiciones comunes

La plaza Mayor de Astorga sirvió ayer de escenario a la sexta edición del festival folclórico, que se ha convertido ya en cita tradicional de las fiestas de santa Marta. La presencia de dos grupos de la comarca y seis pendones del municipio puso color a una tarde fresca que no evitó que cientos de personas contemplaran el encuentro. El festival comenzó con la participación de los pendones de las pedanías astorganas de Murias de Rechivaldo, Santa Catalina de Somoza y Valdeviejas; los barrios de San Andrés y Rectivía; y el del Ayuntamiento de la capital maragata, que estuvieron mecidos por las canciones tradicionales de un grupo de músicos. Los mozos, algunos de ellos ya veteranos en estas lides, portaron las varas con gallardía, y se atrevieron a algunas piruetas, como sujetarlas con una única mano, bailarlas al son de la música, o continuar tocando las castañuelas mientras sujetaban el pendón con la cintura. Osadía El público comenzó a formar un corro para comprobar hasta dónde llegaba su osadía, y dejaba escapar un grito cuando alguna de las telas estaba a punto de rozar el suelo, cosa que sucedió en varias ocasiones pese a la ausencia de viento. Los mozos competían por lograr una mejor hazaña con sus respectivos pendones, hasta que comenzó el encuentro folclórico. El Grupo Val de San Lorenzo abrió las intervenciones a ritmo de castañuelas, flauta y tamboril, bailando varias piezas sobre el escenario y frente a una plaza Mayor abarrotada. Los asistentes contemplaban tanto las cuidadas evoluciones de los danzantes como la belleza de sus trajes, diseñados según un modelo nada frecuente en el país de Maragatos. Después tomó el relevo el Grupo Danzas de Maragatería, de Astorga, que optó por bailar en la misma plaza en lugar de en el templete, para permitir que el público asistente que lo desease pudiera compartir con ellos la danza. Intercambio Así, los bailarines fueron danzando alrededor del corro que se formó, en el que numerosos ciudadanos disfrutaron al ritmo de varias canciones tradicionales. El acto dejó una vez más patente el gusto de astorganos, comarcanos y visitantes por el folclore, la música y las tradiciones de la zona, que este tipo de festivales pretenden poner en valor y transmitir a las nuevas generaciones.