Imanol Uribe abre la compuerta de sus emociones en «El viaje de Carol»
Tratar por primera vez de forma luminosa el mundo de los niños y hacerlo con la Guerra Civil como un telón de fondo pintado a brochazos ha dado a Imanol Uribe la oportunidad de abrir por primera vez las compuertas de sus emociones en El viaje de Carol. Con un reparto coral en el que predominan los niños, sobre todo la niña Clara Lago y su compañero de aventuras el Juan José Ballesta premiado por El Bola, la película, que se estrena este viernes y se presentó ayer a la prensa, llegó manos de Uribe en la forma de un guión firmado por Angel García Roldán y basado en su novela A boca de noche. «El guión llegó en el momento justo a la oficina, porque yo empleo dos años en cada proyecto y acabo saturado de su atmósfera y su tema, así que quería dar un giro total a la oscuridad de mi anterior filme Plenilunio», comenta Uribe, quien se unió al guionista para elaborar la versión final de un guión que trasladó de las áridas tierras castellanas al verde Norte de España. «Con El viaje de Carol podía ver la Guerra Civil a través de una mirada atípica, la de una niña extranjera que llega a España, además de tratar elementos emocionales como la relación de ella con su padre, marcada por la ausencia». Carol llega a ese pueblo imaginado por Uribe en 1938, en plena contienda civil. Allí en la aldea se ve inmersa en un mundo convulsionado y ajeno a ella.