La locura de Erasmo llega a Salamanca

Dentro del programa de actividades de Salamanca 2002. Ciudad Europea de la Cultura, la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (Seacex) ha organizado y financiado la exposición Erasmo en España. La recepción del humanismo en el primer renacimiento español, que será inaugurada hoy por los Reyes en las escuelas menores de la Universidad salmantina. La muestra reúne 159 piezas, entre pinturas, esculturas, libros, documentos, orfebrería, grabados, dibujos y tapices procedentes de 84 instituciones nacionales y extranjeras. La influencia de las ideas de Erasmo (al que la Iglesia Católica consideraba un hereje) tuvieron una gran repercusión en nuestro país, apoyadas por los cardenales Cisneros y Alonso Fonseca. Las ideas reformistas sin embargo acabarían fracasando en nuestro suelo. Erasmo de Rotterdam (1446-1536) propugnaba una iglesia más austera y espiritual, sin tanto lujo y boato, sin tanta superstición y tráfico de intereses materiales. «El lujo honra a Dios», repuso la Iglesia, y ahí se acabó la discusión. Erasmo fue un gran viajero pero nunca vino a la Península. «Non placet España» (España no me gusta) llegó a responder a Cisneros en una carta tras recibir una invitación de éste para visitar nuestro país. Según la comisaria de la muestra, Palma Martínez, «Erasmo no comulgaba con las costumbres y las prácticas religiosas de los moriscos y de los judíos conversos». Palma Martínez insinuó que Erasmo, en el fondo de su alma, tenía ideas racistas y xenófobas con respecto a los judíos y a los musulmanes. Salamanca debatió con pasión el intento reformista de Erasmo de Roterdam. A pesar de tener grandes defensores -el cardenal Mendoza y Francisco de Bobadilla entre ellos- el intento, en nuestro país, acabaría fracasando. Articulada en cinco grandes bloques, el recorrido se inicia con las relaciones entre España y Flandes, consolidadas a través de las pujantes rutas comerciales y del intercambio cultural (artistas, clientes y coleccionistas de obra flamenca). A continuación se aborda la faceta de Erasmo como poeta y retórico, lo que permite indagar en el descubrimiento del mundo clásico, el auge de las universidades y de la imprenta, así como el perfil de sus grandes protectores: el cardenal Cisneros y el escritor Luis Vives. El tercer bloque se centra en la labor de Erasmo como crítico social. Su obra Institutio Principis Christiani es la referencia que permite acercarse a los retratos de reyes y papas de la época. Su título más punzante -y difundido- es el célebre Elogio de la locura, en el que el humanista flamenco hace una sátira de todos los estamentos sociales, sobre todo del eclesiástico. Los dibujos de Hans Holbein, las obras de El Bosco y la Utopía de Tomás Moro sirven de soporte iconográfico. La cuarta sala está dedicada a la faceta de teólogo y reformador de la Iglesia. Con su obra Enchiridion inició una profunda crítica a las costumbres de la Iglesia, lo que favoreció el clima de la Reforma. Los documentos de la polémica y los retratos de sus protagonistas, las estampas satíricas, las primeras censuras y la presencia de la Inquisición protagonizan el espacio de esta sala. Finalmente, el último espacio es una reflexión acerca los valores individuales y la estética del «yo», tan revalorizados durante el Renacimiento. «Los retratos que se hizo muestran su preocupación por la perpetuidad de la fama», dijo Checa. Para ello eligió a los mejores retratistas del momento, como Holbein, Durero y Metsys. El presidente de la Seacex, Juan Carlos Elorza, se despedía de su cargo (a partir de octubre se ocupará de la Academia de España en Roma) en la presentación de esta exposición. «En esta maravillosa ciudad empecé a trabajar y ahora toca la hora del adiós», señaló. Le sustituirá Felipe Garín.