El faraón egipcio pudo haber sido víctima de un crimen cometido por Ay, su primer ministro, según una escritura encontrada en la tumba del monarca
Tutankamon, ¿asesinado?
El faraón Tutankamon, el joven que reinó en Egipto en la XVIII dinastía y cuya vida ha fascinado a
Con la llegada de nueva tecnología y un estudio exhaustivo del cuerpo momificado de Tutankamon, los estadounidenses Greg Cooper, ex agente del FBI, y Mike King, especialista en inteligencia de Utah (EE. UU.), creen haber resuelto el misterio. Apoyados por expertos británicos, Cooper y King descartaron que la muerte ocurriera por causas naturales y analizaron el perfil psicológico de los posibles asesinos, según el documental ¿Quién mató a Tutankamon?, que emitirá el Canal 5 el próximo 9 de octubre. «Estábamos acostumbrados a analizar homicidios ocurridos hace diez o quince años, de modo que la oportunidad de investigar uno que ocurrió hace 3.300 años era intrigante», dijo King. «Contábamos con el cuerpo, la tumba y egiptólogos que viajaban con nosotros para que nos informaran», agregó. La investigación comenzó con la visita de los dos detectives a la tumba de Tutankamon, además de analizar los rayos X tomados al cráneo del faraón en 1968. Su rostro fue reconstruido además por el profesor Robin Richards, del University College de Londres, que tomó en cuenta los rasgos de personas de la misma edad y grupo étnico del faraón. Un estudio más cuidadoso hecho por el radiólogo Richard Boyer, de Salt Lake City, revela que el joven faraón sufrió de un mal congénito conocido como Klipper-Feil, un trastorno del desarrollo que causa impotencia funcional de la columna cervical, además de trastornos auditivos y malformaciones dentarias. Asimismo, un estudio en detalle del cráneo revela que el faraón habría sufrido un golpe en la cabeza. Los detectives tuvieron en cuenta esos detalles, además del hecho de que Tutankamon podía ser vulnerable desde el punto de vista político por su temprana edad (llegó al trono a los nueve años). Según los investigadores, el faraón dependía del asesoramiento de otras personas, pero creen también que a medida que maduraba habría buscado mayor independencia. ¿Quién habría sacado ventaja de la muerte prematura de Tutankamon?, se preguntaron Cooper y King. Así, los dos elaboraron una lista de cuatro sospechosos: Ankhesenamun, la esposa y media hermana del faraón; Maya, su tesorero; Horemheb, su comandante militar, y Ay, su primer ministro y sucesor. El especialista forense Harold Burstajn, de la Harvard Medical School, descartó que fuera asesinado por Ankhesenamun debido al vínculo afectivo que les unía desde la niñez. Maya, en cambio, era considerado un sirviente fiel, mientras que Horemheb fue visto como uno de los principales sospechosos ya que cuando llegó a faraón retiró toda mención a Tutankamon de los registros oficiales, afirma el documental. Los detectives culpan, sin embargo, a Ay y aseguran que la respuesta está en la tumba del monarca, encontrada por Carter tal y como se selló hace miles de años.