Libros
Érase una vez la Plaza del Grano
Es el sitio más emblemático de León. Ahora, Pedro Gómez presenta el primer libro dedicado íntegramente a su historia. Tiene dos iglesias, un callejón de indudable reputación, un empedrado único, edificios de siglos... Ahora, reducida al turismo y la hostelería, el especialista reclama su reactivación.
No había título como La Plaza del Grano de León. Una visión histórico-artística y una propuesta de futuro en este León siempre sumergido en su propio retrovisor de juego de tronos. Pero esta vez, él la vio primero. Aunque sea la plaza eterna de León. La que siempre ha estado ahí. Se había escrito tanto sobre ella que le faltaba el libro. A la Plaza del Grano de León se llega hasta por seis sitios, pero a partir de ahora se puede hacer por el libro. No lo había, y Pedro Gómez lo ha creado vía Eolas de Héctor Escobar para describir y reivindicar un espacio que si uno se apura bien, esto es, leyendo, llega a un final de viaje en el que se descubre que se está ante un conjunto histórico artístico. Primera reivindicación. En la Plaza del Grano había de todo. Edificios de siglos, dos iglesias, un convento, mucho tema clerical, vida de ciudad de mercado en los soportales, una fuente, un empedrado, recoveco que daba a la prostitución, y de vuelta, la salida a toda la vida del León que crecía. Pero este historiador, hostelero, músico dulzainero y gaitero y saga de leoneses militantes luego le da la vuelta a la plaza y sale por el futuro. Es más, la segunda parte del libro aborda qué debería ser o intentar ser para abordar los tiempos venideros. Es decir, que esta historia del pasado tiene un plan de futuro.
Por las páginas de La Plaza del Grano de León. Una visión histórico-artística y una propuesta de futuro hay un trabajo previo universitario que fue labrando este leonés en sus estudios de Historia del Arte en la Universidad de León, completados con un master en Gestión Cultural por la Universidad Oberta de Catalunya. Factores necesarios, tanto como su vocación de leonés y defensor de León, que puede ejercer en su faceta de investigador y divulgador o en su labor en el negocio familiar Taberna Bar Cuervo, lugar también necesario para entender León o hasta a esos poetas noctámbulos que vienen mencionados en el libro por obra y pluma de Francisco Pérez Herrero, cuyos versos abren y cierran la publicación.
Colaboradores
El prólogo corre a cargo de su profesor José Luis Avello y la portada es de Avelino Fierro
Comenzando por el futuro, si a este libro se le pidiera una misión, para Gómez sería la de crear el caldo de cultivo necesario para «investigar, proteger y promocionar la plaza», enumera el autor sobre las grandes posibilidades que este punto emblemático de León despierta tanto para los que lo conocen como para los que lo pisan por primera vez.
Portada del libro.
Leer este libro es un recorrido en una mirada alrededor que podría realizarse desde el centro de la plaza. Y así, aunque la referencia actual sean bares (en los que por cierto se vende el libro, además de en la Librería Universitaria y en El Cuervo), se ve un palacio del siglo XVII, el principal edificio de arquitectura popular de León, una iglesia del siglo XI, un convento, o la propia fuente, del siglo XVIII, que es uno de los símbolos de la modernización de las aguas en la ciudad.
Junto a otros aspectos, Pedro Gómez abunda en la circunstancia de que con tanto potencial no sea todavía Bien de Interés Cultural, algo que achaca principalmente al escaso acierto de las instituciones locales a la hora de postular tal condición.
En lo que al propio libro se refiere, Gómez señala que nace de dos trabajos universitarios, en los que compila todas las informaciones desperdigadas en decenas de publicaciones y fuentes para estructurar una primera parte de análisis histórico y artístico de cada uno de los elementos de la Plaza. Con ello se plantea una segunda parte propositiva, un primer plan de gestión integral, patrimonial y cultural de este espacio, que «termine con la deriva del olvido a la que ha estado condenada», advierte.
El empedrado de la plaza es su gran característica. RAMIRO