La Virgen de la Majestad, en un espacio sobre el románico de La 2

Mil años de románico. Un equipo de la cadena visitó la ciudad hace unas semanas para filmar imágenes de la talla, de su capilla y de otros rincones del entorno catedralicio. La escultura, al menos de comienzos del siglo XII, está realizada en madera policromada y chapada, y muestra a la Virgen con el Niño en el regazo. La primera talla luce túnica anudada al modo bizantino, con mangas anchas y brial adornado. Lleva sobre sus hombros un manto aderezado quizás en otro tiempo con piedras o vidrio, según apunta el director del Museo de la Catedral, Bernardo Velado, en su obra La catedral de Astorga y su museo. El Niño, mientras, bendice con su mano derecha y en la izquierda sostiene un libro. Luce túnica y palio y calza unas vistosas sandalias. Este conjunto escultórico presidió el ábside románico de la catedral astorgana anterior, de los siglos XI y XII. Según defiende Velado, «en el siglo XIII, siguiendo la costumbre general de enriquecer las esculturas, sobre la pintura primitiva, fueron recubiertas la Virgen y el Niño, excepto las encarnaciones, con chapas de plata primorosamente afiligranada y policromada, señalando a martillo los accidentes del ropaje. Se conserva aún en la figura del Niño, y en algunos trozos del manto y velo de la Virgen y del trono, con remates de plata». Reformas y relicario En el siglo XVI se rehicieron las manos de la Virgen y la cara del Niño. Después se colocaron a ambas figuras coronas de plata y dos ángeles en vuelo, de distinto estilo. La escultura es desde su origen un relicario, y en su espalda, a la altura del pecho, mantiene una cavidad con portezuela. La devoción a la imagen ha sido siempre grande. Así lo demuestra la celebración hasta el siglo XVIII de la fiesta de Nuestra Señora de la Majestad, el 21 de noviembre. La talla, portada en procesión, se colocaba en el altar mayor. En Las Edades del Hombre, en Valladolid, estuvo expuesta, y con motivo de esta muestra fue consolidada. El cartel anunciador de esta exposición en Astorga, en el año 2000, la tomó como motivo central.