Un virtuoso polifacético

Juan Villoria, uno de los más activos artistas leoneses, está preparando intensamente su próxima exposición, que se presentará en León a principios del próximo año. Villoria ha llegado impresionado de un reciente viaje a Europa, concretamente para conocer la edición número once de la «Documenta de Kasell», evento de importancia mundial que se celebra cada cinco años en la ciudad alemana del mismo nombre, muy cerca de la que fuera frontera entre las dos Alemanias. Nos cuenta el artista que la muestra en la que trabaja estará integrada por «pintura y escultura, aunque será la obra pictórica la que más importancia tenga. En este momento estoy empleando para mis trabajos materiales industriales transformados. Pienso que estoy renovando deforma importante mi trayectoria, adaptándola a las nuevas corrientes... o mejor dicho poniendola en un camino paralelo a mi pensamiento». Villoria hace mucho tiempo que perdió el horizonte de la pintura figurativa. «No es que no me guste, -comenta- pero actualmente estoy inmerso en una línea de investigación enfocada hacia la vanguardia, no me refiero a la Vanguardia histórica, me refiero a lo último dese está haciendo hoy día en el mundo. Estoy tocando una serie de conceptos con los que me identifico. Sin perder de vista la pintura como tal y teniendo en cuenta los valores que emanan de los artistas que han vivido desde que concluyó el siglo XIX, aún se pueden hacer cosas. Me parece que el buen camino no está implícito el considerar que una silla tiene el mismo valor que una obra de arte. No creo en la muerte del arte. En el arte la utilidad práctica no existe, hoy se ha llegado eliminar esa teoría, planteando la conclusión equivocada de que cualquier pieza industrial puede ser arte, algo que no me parece correcto». Juan Villoria es un artista polifacético, por eso hay que conocer también sus ideas sobre la escultura. «Mi escultura -asegura el artista- tiene más connotaciones abstractas, aunque sin llegar a los extremos que antes comentábamos. Lo que hago es expresionismo abstracto, pero siempre jugando con una serie de formas y volúmenes que encajaría perfectamente en los conceptos que utilizaba Chillida, es la búsqueda del espacio a través de la materia, la conexión que existe entre espacio y materia». La faceta menos conocida de Villoria es su dedicación a la fotografía, a pesar de haber conseguido varios premios importantes con sus placas. «Yo desarrollo en la fotografía la realidad que vivimos cada día.