Música
Igor Escudero y su partitura infinita
Igor Escudero Morais es el músico de todas las óperas. Leonés viajero, estrenará en Canarias ‘La Leyenda de Tamonante’. Los Comuneros, lo próximo.
Aquel Oratorio que compuso en los Pirineos en los ratos que le dejaba su trabajo como arqueólogo en una excavación fue la demostración. Todo un amén que daba pie a un futuro en el que ser músico a tiempo vital se imponía sin vuelta atrás. Por otra parte, bien mirado años después, esa experiencia de Igor Escudero Morais hubiera sido para grabarla como un documento de cómo el hombre músico se somete al estrés creativo, se supone no en las mejores condiciones para ello. Pero este músico leonés tenía en la cabeza el más difícil todavía: ser y vivir de y para la música. Difícil conjugación que ha logrado. Tiene ante sí ahora un 2021 apasionante con el estreno del libreto de la ópera La Leyenda de Tamonante , con la Asociación Cultural Ópera Fuerteventura. Una gran historia también operística para conmemorar el centenario de los Comuneros, obras de otro cariz en marcha y preparación. En definitiva, la partitura infinita de Igor Escudero Morais, músico leonés, que se deja llevar por la sensibilidad musical pero que da la sensación de atacar la inspiración como un francotirador de la inspiración. Siempre acierta.
«Hubo un momento en mi vida en el que pensé que mi objetivo era dedicarme a la música de formar exclusiva. Muchos músicos se dedican a ser docentes, intérpretes... Mahler decía algo así como que era compositor de verano. Yo quería dedicarme todo el tiempo». Lo logró.
Ha trabajado, vivido y viajado por tantos lugares que tiene la experiencia laboral y musical del ejemplo de otros sitios. Y casi se hace fuerte ante el panorama, que define con contundencia pero sin resentimiento. Por ejemplo: «El sistema educativo de la música en España es un desastre», dice a la hora de cómo ubicar asuntos tan prosaicos como por ejemplo un expediente académico. Él lo ha experimentado, lo mismo que detalla que, por ejemplo, en Cataluña o el País Vasco tienen más que en el punto de mira los exámenes por libre o los conservatorios privados.
Un lunar en León
Ahora reside en Valladolid, pero en España ha vivido en Soria o en Galicia, con un pie puesto en su León natal, donde curiosamente las cabezas pensantes de aquí no han encontrado acomodo a ninguno de sus proyectos.
Entre tanto, a sus 43 años, algo tendrá este hombre, que ha llevado a buen puerto nueve óperas, tres musicales, tres oratorios profanos, conciertos, bandas sonoras para documentales, audiovisuales y cortometrajes, música coral sacra y profana, cantatas y una gran variedad de piezas de cámara. Así, aunque León es su lunar, da la sensación de que algún día será profeta en su tierra.