Un tesoro numismático
La ‘caja fuerte’ de Pallarés
EL Museo de León custodia un tesoro numismático. Más de 8.000 monedas de oro y plata, raras y antiguas. Como pieza del mes de febrero Pallarés muestra un ‘botín’ de denarios encontrado en el Castro de Chano (Peranzanes). También guarda los maravedíes localizados en una cueva del pantano de Riaño.
La caja fuerte de Pallarés no es de acero blindado, sino de cristal. Vitrinas que encierran un auténtico tesoro numismático. Más de 8.000 monedas. Un caudal que se incrementa cada año. El Museo Arqueológico Nacional presume de contar en su colección con un maravedí de Fernando II de León. Pallarés tiene también muchas ‘rarezas’ y monedas que aparecieron en los lugares más insólitos. Es una de las mejores colección del país.
La pieza del mes de febrero del Museo de León es un lote de denarios, pertenecientes a dos tesorillos, hallados en sucesivas campañas de excavaciones en el Castro de Chano, en diciembre de 1990 y noviembre de 1991. Se trata de 17 y 28 denarios ibéricos, respectivamente.
Lo realmente extraño es cómo llegaron a un castro astur estas monedas íberas de plata —acuñadas en Secobirices, ciudad situada entre el Duero y el Pisuerga; Arecorata, en Soria; Bolskan, la actual Huesca; Arsaos, entre Navarra y Zaragoza; y Turiasu, cerca de Tarazona—. En su momento, los arqueólogos Pilar Alegre y Jesús Celis, tras este descubrimiento, pensaron que tal vez un único dueño escondió el tesoro repartido en dos cabañas contiguas del poblado. Pero, de momento, no se ha podido probar cómo y por qué llegaron los denarios de plata a Peranzanes. Unas monedas que, además, fueron prohibidas por Roma desde finales del siglo III antes de Cristo.
Monedas de ‘la pieza del mes’ del Museo de León. DL
El punto fuerte de la colección numismática de Pallarés son las monedas de época romana. En sus 150 años de historia el Museo de León ha ‘amasado’ un botín numismático, procedente, en su mayor parte, de donaciones particulares, de excavaciones, de un gran lote adquirido en los años ochenta, así como las 400 monedas procedentes de la Comisión de Monumentos que, por problemas burocráticos, no recalaron en el museo leonés hasta 1988.
Otro caso singular es el tesoro que emergió del pantano de Riaño en 2013 gracias a la sequía. Un espléndido botín, preservado en la llamada cueva del Oso, habitualmente sumergida bajo las aguas, y donde aparecieron 326 monedas medievales. Este lote se mostró en 2017 en el Musac, dentro de la exposición temporal titulada Región .
Piezas singulares
En el monetario de Pallarés están expuestas aproximadamente 300 piezas, según fuentes del museo. En la exposición permanente se exhibe parte del tesorillo medieval hallado en la excavación arqueológica de la calle Obispo Grau en Astorga. Entre las monedas más singulares hay que destacar un denario de plata de Augusto (25-22 a.C); un sestercio de bronce con la imagen de Adriano (121-122 d.C); dinero de plata de Alfonso VI (1072-1108); una blanca de vellón de Enrique III; maravedís de Felipe IV; reales de plata de Carlos III; veinte céntimos del Gobierno Provisional (1870); o cinco pesetas de plata de Alfonso XIII.
Durante las obras de la autovía León-Valladolid, que sacaron importantes restos de la ciudad astur romana de Lancia, se localizó una notable colección de monedas, entre las que destaca una de bronce de Nerón, en excelente estado de conservación. El hallazgo monedas es muy habitual en este yacimiento, donde, según el arqueólogo Jesús Celis, cada año se encuentran entre cuarenta y cincuenta monedas de las épocas bajo y altoimperial.