Peter Mullan critica la represión ejercida por motivos religiosos

The Magdalene Sisters, del director escocés Peter Mullan, trajo ayer a la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) una dura denuncia contra la represión social en nombre de la religión, a través de una mirada crítica a la moral católica de la Irlanda de los años sesenta. Esta película se proyectó fuera de concurso dentro de la sección oficial de la Seminci, en la que sí compiten La habitación azul, ópera prima del mexicano Walter Doehner, y Happy times, del chino Zhang Yimou, cuyos respectivos pases pudo ver ayer el jurado internacional del festival de Valladolid. El segundo largometraje del realizador y actor Peter Mullan llega a la Seminci precedido de la polémica que suscitó tras su estreno en el último festival de Venecia, donde fue considerado como una «provocación» por el diario L''Osservatore Romano. The Magdalene sisters es el nombre de una congregación religiosa, las hermanas de la Magdalena, que regentaban centros para mujeres «perdidas» bien por ser madres solteras, haber sido violadas o por considerarse excesivamente tentadoras. Mullan construye su narración desde las historias de cuatro de las chicas recluidas en uno de estos centros de los alrededores de Dublín, en 1964, una casa donde las mujeres redimen sus pecados trabajando a destajo en la lavandería, sin concesión alguna a la libertad ni de pensar, decir y hacer. El retrato de las chicas y de las monjas sirve también a Mullan para fotografiar una sociedad irlandesa regida por la moral católica y por el dominio de la mentalidad masculina. Tras la proyección, las actrices Geraldine McEwan, que encarna a la superiora del convento, y Anne-Marie Duff, una de las cuatro protagonistas, subrayaron la «honradez» del tratamiento que Mullan da a la historia de acuerdo con una «visión social y política muy clara» que pretende denunciar las crueles condiciones de vida en las que transcurría la vida en las casas de La Magdalena.