El edificio creció 38 centímetros
En 2011 San Isidoro ‘creció’ 38 centímetros. El ‘estirón’ fue consecuencia de las obras para rebajar el atrio de la colegiata y dejarlo al nivel de la plaza. Al eliminar este ‘gran zócalo’ que da acceso a la iglesia, el edificio ganó altura. La reforma de la explanada frontal de San Isidoro, aparte de eliminar una gran barrera arquitectónica, propició una excavación arqueológica que no resolvió si bajo el edificio había un primitivo templo romano dedicado a Mercurio. Y es que la Junta no dejó profundizar más que medio metro. Era la segunda vez a que se realizan excavaciones. La primera fue en entre 1969 y 1971, de la mano del profesor John Williams, que hizo prospecciones más ‘superficiales’. | dl