Leonor Merino coordina la antología ‘Versos para enamorar’
De España, Rumanía, Serbia, Bulgaria, México, República Dominicana, Puerto Rico, Perú, Chile, Uruguay, Panamá, Argentina, Marruecos, Argelia, Túnez, Jordania y Palestina. De entre todos estos países, Leonor Merino sacó talento. Y también desde el prisma universal de esta catedrática leonesa experta en literatura francesa y árabe y de curriculum espectacular. Pero, aunque este Versos para enamorar , antología que coordina, selecciona y prologa, sea una muestra más de su versátil carrera, León siempre estará presente en lo sentimental y lo profesional y vital de esta escritora peculiar. De hecho, ante una colección como la que ahora ha capitaneado, la mirada hacia su tierra ha sido una vez más una prioridad.
Hay en Versos para enamorar un origen que responde a la vocación de Merino por encontrar talento en cualquier lugar del mundo, desde el más exótico o las casi familiares ferias locales del libro. «Cada obra creativa a la orilla de la vida tiene su propia pulsión que inesperada surge, nos sorprende: quizá en el camino, quizá en el lecho, como la muerte furtiva que centra en nosotros su puntería y flecha hiriente: la creación. Como esa pulsión, esta antología poética surgió en una de esas numerosas Ferias del Libro nacionales, que recorro entregada como misión, con mis poemarios y ensayos. Uno de mis lectores que enseñan tanto se preguntó en alta voz y con espontáneo gracejo tras adquirir mis textos:
‘¿…Y ahora cómo enamoro yo con estos versos?’ Si el lenguaje cotidiano da cuerpo expresivo a la trama de realidades e interrelaciones, que constituye la vida plena del ser humano, mediante la palabra poética revelamos nuestra parte divina. Con ella se accede a las cosas aparentemente invisibles que esperan el instante de ser nombradas y creadas y, en este sentido, se puede decir que el poeta demiurgo continúa y colabora para brindar sentido al universo», relata.
Leonor Merino García es doctora por la Autónoma de Madrid, profesora en las Universidades Complutense, Sorbonne y París-Nord, Mohamed V de Rabat y Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez. Y traductora y prologuista de escritores magrebíes como Driss Chraïbi.