El repique será arte universal
Campanadas para la Humanidad
Es un medio ancestral de comunicación. El Ministerio de Cultura ha presentado a la Unesco la candidatura para que el toque manual de campanas sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El informe oficial incluye quince localidades leonesas donde pervive esta tradición y la destacada asociación de campaneros de Villavante.
El Gobierno ha dado la campanada. Quiere preservar el ‘sonido’ de los campanarios. Una propuesta ‘humilde’ que se ha abierto camino en los últimos tres años. El 21 de abril del año pasado, a las doce del mediodía, 40 campanarios leoneses se apuntaron a la iniciativa de Hispania Nostra para reivindicar que el toque manual sea Patrimonio Inmaterial de la Unesco. En León ya había localidades como Villavante que llevaban años repicando para salvar esta tradición. Finalmente, ayer el Ministerio de Cultura presentaba oficialmente la candidatura española a la Unesco.
Esta manifestación ancestral adelanta a otras propuestas que también ambicionan formar parte de la lista de la Unesco: León como Patrimonio de la Humanidad, la Herencia del Viejo Reino o el románico de la provincia. La decisión del Gobierno afecta no solo a León. Algo similar al Camino de Santiago, que también está protegido por la Unesco.
El ‘toque’ leonés
La candidatura española está impulsada desde la sociedad civil por las asociaciones Hispania Nostra, Campaners d’Albaida, el Museo Internacional del Toque Manual de Campanas, MitMac, y apoyada por las asociaciones de campaneros. León lleva décadas reclamando protección para salvar un ‘oficio’, el de campanero, que está en riesgo de desaparecer. León tiene especial relevancia en el informe técnico elaborado por Cultura para avalar la candidatura del toque de campanas. En la justificación de la declaración explica que «tanto en el ámbito religioso como en el civil, existe un amplio repertorio —lenguaje—, con una gran diversidad de formas y técnicas que han anunciado incendios, tormentas, toques ‘a perdidos’ (como el bien vas ), rogativas, horas y acontecimientos del ciclo vital y, en resumen, han regulado multitud de aspectos de la vida festiva, ritual, laboral y cotidiana». Cita la campana de San Isidoro (del año 1086) como la más arcaica, fechada y documentada que existe. Tambien menciona el informe el ‘tente nube’ de Villabalter, que se toca para espantar el pedrisco los días 31 de enero y 1 de febrero con motivo del Santo Tormentero. El campanero mayor de este pueblo, Pedro Delgado González —añade Cultura— imparte clases de tañidos a cuatro escolares para que continúe la tradición.
España ha presentado la candidatura, pero se pretende ampliarla con otros países interesados en este patrimonio inmaterial. «El toque manual de campanas es el paisaje sonoro de nuestros pueblos y ciudades, las campanas tañidas por campaneros hablan de todo y para todos, es un lenguaje de comprensión universal que une países y continentes».
Hispania Nostra ha elaborado su propia lista de localidades en las que pervive el toque de campanas —que podría ampliarse—. Un mapa en el que se incluyen quince localidades de la provincia, algunas, como Astorga, Bercianos del Páramo y León capital con varios campanarios ‘en activo’. Asimismo, Hispania Nostra, la misma asociación que elabora la Lista Roja del Patrimonio en peligro de ruina, incluye a los campaneros de Villavante, que tocan en las iglesias de Santa Marina del Rey, Nuestra Señora de la Purificación y la Catedral de León.
Héctor Luis Suárez, profesor de Historia de la Música en el Conservatorio de Ponferrada, cuyo blog (elrincondesanantonleon.blogsspot. com) es una de las referencias que cita el Ministerio de Cultura para defender la ‘causa de las campanas’, sostiene que «en cada pueblo de la provincia hay dos o tres personas que saben tocar las campanas». Otra cosa es que la mayoría de ellos, por edad, no podrían subir hasta el campanario. Por tanto, es difícil saber con exactitud cuántas campaneros quedan en León.