El último molino hidráulico de la ciudad
Los orígenes del Molino Sidrón son, a decir de los expertos, muy remotos. Uno de los mayores conocedores del patrimonio industrial leonés, el historiador Javier Revilla, explica que el primitivo molino hidráulico, de antecedentes muy antiguos, fue modificándose y ampliándose con el tiempo hasta dar lugar a una fábrica de harinas. «La noticia más antigua que hasta ahora tenemos nos conduce al año 1868. En el Boletín Oficial de la Provincia de León, números 87 y 88, aparece este anuncio: «Se arrienda la acreditada Fábrica de Harinas que fue de D. Antonio Santos, sita en las afueras de esta ciudad; para tratar de ajuste podrán verse con su Sra. Viuda en dicha fábrica». Al año siguiente aparece otro anuncio similar que aclara: «Se arrienda por la Sra. Viuda de D. Antonio Santos, la acreditada fábrica de harinas, sita en la Era del moro y término de esta ciudad». De esta manera, y en fecha desconocida, como continúa detallando Javier Revilla, «llega a propiedad de los hermanos Pilar y Mariano Santos, quienes deciden darle un fuerte impulso a comienzos del siglo XX, pues el proyecto basicamente respeta los dos edificios existentes y entre ambos realiza un gran silo».