Más de medio millar de imágenes
El Archivo Histórico rescata las fotos de la imprenta Casado
El León de finales del siglo XIX y hasta 1960. Calles y comercios irreconocibles y edificios desaparecidos. Imágenes de los pioneros de la fotografía y muchas inéditas. El Archivo Histórico Provincial acaba de digitalizar los fondos fotográficos de la imprenta Casado.
Una feria de bueyes a los pies de la torre de San Isidoro, los escaparates del Lobato de Ordoño II, uno de los mejores comercios de la ciudad en los años 50 o una ‘irreconocible’ plaza de Santo Domingo en los años 20, cuando aún no se había erigido el hotel Oliden ni la casa Goyo. Son algunas de las imágenes que acaba de digitalizar el Archivo Histórico Provincial, que pronto se podrán consultar a través del Sistema Integral Electrónico de Gestión de Archivos (SIEGA). Se trata de los desconocidos fondos fotográficos de la imprenta Casado. En total, 532 imágenes, que ofrecen un completo retrato del León de finales del siglo XIX y hasta los años sesenta. Instantáneas de fotógrafos conocidos de la época como los Gracia, Winocio Testera o Garay.
La Calle Ancha. IMPRENTA CASADO
Durante el último año y, como consecuencia de la pandemia, el archivo que dirige Eva Merino no ha recibido grandes ‘tesoros’, pero sí algunos documentos muy interesantes. Es el caso de las 40 cajas con 1.583 libros y 445 carpetas que les envió el Ayuntamiento de Riello. Se trata del archivo de la familia Flores de Quiñones, que por las profesiones de algunos de sus miembros —notarios y jueces—, incluye numerosos protocolos notariales y documentos judiciales. Además, cuenta Merino, eran coleccionistas, de ahí la variedad y calidad de muchos de los ‘legajos’ de este importante archivo, que fue adquirido por el consistorio de Riello y que ha cedido al Archivo Provincial por carecer de un lugar apropiado para preservarlo.
Los aviones espías
Además, en estos meses han identificado y clasificado 28.516 fondos, entre ellos, la digitalización completa de los fotoplanos, conocidos como el ‘Vuelo americano’ (23.412 imágenes). La primera intención fue bélica. Aviones militares norteamericanos, que ya habían sobrevolado y fotografiado parte de España al final de la Segunda Guerra Mundial, retornaron en 1956 con el inicio de la Guerra Fría. Desde sus privilegiados 5.500 metros de altitud, captaron en la provincia leonesa miles de fotografías, un material cartográfico de inestimable valor. Retrataron fincas, montes, pueblos, carreteras, caminos y ríos. Cada palmo del territorio.
Santo Domingo a principios de los años 20. IMPRENTA CASADO
El Archivo Histórico Provincial guarda este tesoro, que anualmente consultan miles de personas. Estas fotos aéreas siguen siendo requeridas para conflictos de propiedad y también se han empleado para identificar las fosas comunes del franquismo. Pero han tenido otra utilidad: la arqueología aérea. Gracias a ellas, un equipo de investigadores localizaba en 2019 tres campamentos romanos en el Bierzo; también han permitido detectar los campos de entrenamiento de la Legio VII en la periferia de la capital leonesa.
Todos los años, cada distrito notarial envía al Archivo los protocolos que cumplen cien años. Este ejercicio han recibido tres. También han identificado toda la documentación de la Sección Femenina. Aunque Merino aclara que el archivo leonés no tiene datos del Servicio Social —que cuenta a efectos de la jubilación— y que en su día fue enviado a Madrid.
Cartel del fotógrafo Sánchez
Las cifras asustan. Este año el Archivo, ubicado en el castillo de León, en la llamada cárcel de Puerta Castillo, ha informatizado 1.800.605 registros, desde los años sesenta, que estaban mecanografiados y era imposible volcar en bases de datos.
Pese a la pandemia o, como consecuencia de ella, las consultas online se han disparado. En total, 25.054 personas solicitaron documentación —sin contar con los usuarios investigadores—.
El ‘Vuelo americano’
Los ‘tesoros’ y papeles del Archivo Histórico ocupan ya 30 kilómetros lineales de estanterías, donde se preserva el pasado de la provincia. Entre otras ‘joyas’ custodia el archivo de la Beneficencia, así como el Bravo Guarida, 287 unidades de descripción que incluyen documentación acerca de monumentos de la ciudad de León y la provincia entre 1721 y 1951. Otro de los tesoros del centro estatal es el Waldo Merino, que alberga 646 imágenes de monumentos leoneses. A ellos hay que unir el archivo fotográfico de la Comisión de Monumentos —ya que el documental se encuentra en la Biblioteca Pública—, una memoria de cuatro carpetas con fotografías de edificios protegidos de León y provincia de los años cincuenta y sesenta; así como la donación de la familia Arroyo-Quiñones y el archivo de la familia Prado, con documentos de 1394 a 1970, que constituyen un legado fundamental para el estudio de la nobleza y los señoríos.
Los espectaculares escaparates de Lobato en Ordoño II. I. CASADO