Fernando Moral tiene un plan B para el ‘León vacío’

No se trata de un milagro, sino de cambiar el enfoque. Fernando Moral Andrés, director de Arquitectura de la Universidad Nebrija, plantea una arquitectura de resistencia, término que ha asimilado a la perfección la ciudadanía en estos tiempos de pandemia. 

Se trata de volver a dar utilidad a un patrimonio industrial en desuso —molinos, silos, estructuras ferroviarias, factorías....—, que en su día se construyó con una finalidad determinada. Nada que ver con hacer centros de interpretación. La reocupación de esos espacios por industrias sostenibles y profesionales que apuesten por quedarse en el territorio puede acabar creando un microtejido productivo como el que tuvieron antaño estas comunidades.

Moral quiere convertir su localidad natal, Sahagún, en un laboratorio de experimentación, cuyas conclusiones sean perfectamente extrapolables a otras comarcas de la España vaciada. Precisamente, el lema de la XV Bienal de Arquitectura y Urbanismo es ‘España llena, España vacía’, un tema en el que el arquitecto leonés está muy implicado. 

 

 

Junto a su socio y también profesor de Arquitectura, Eduardo Prieto, dirigen el foro Territorios resistentes, que se celebrará en Sahagún, como extensión de la citada bienal, del 22 al 24 de este mes, con una exposición de José Manuel Navia en otoño y un libro, el próximo año, que reunirá las conclusiones a las que lleguen expertos como Iñaqui Carnicero, director general de Agenda Urbana y Arquitectura del Gobierno de España, Óscar M. Ares, comisario de la Bienal de Arquitectura; Pilar Díez coordinadora del Programa Mixto Formación y Empleo de Paredes de Nava; el escritor Sergio del Molino, autor de La España vacía; y el galerista Christian Bourdais (Solo Houses), entre otros.

El objetivo es «reprogramar el patrimonio en desuso, para que pueda aportar riqueza», explica Moral.

 

El arquitecto leonés, que compagina la docencia con el diseño de proyectos, afirma que no se puede hablar de colapso en la arquitectura, como consecuencia de la crisis de la construcción, «porque es nuestro escenario habitual». Sostiene que la arquitectura tiene mucho que aportar en la mejora del entorno, en conseguir ciudades más sostenibles y con mejor movilidad. Se confiesa un apasionado del patrimonio leonés. «León es una de las ciudades más ricas en arquitectura». Además de la Catedral —aunque él es un ‘devoto’ de San Isidoro y espera que la actual reforma del museo haga resplandecer aún más los valores más característicos del edificio original—, también cita el edificio de Correos, de Alejando de la Sota, el Musac, el Auditorio, el tanatorio o el legado racionalista de Torbado.

Gestionar las ruinas

Sobre la ‘tendencia’ que tiene León a salvar ‘in extremis’ edificios históricos, se cuestiona si tiene sentido reconstruir las ruinas o si, simplemente, es preferible consolidarlas, porque el abandono forma parte de la realidad de esas construcciones. Recuerda que la restauración ha evolucionado y que ahora hay técnicas de control y monitorización del patrimonio que ayudan a gestionar edificios antes de que lleguen al colapso. «Cualquier edificio es una lección, pero no se pueden aplicar lecciones generalistas», dice. La cuestión de hasta dónde se puede llegar en las restauraciones es una cuestión aún sin zanjar. Moral asegura que el país tiene dos grandes retos: el de la España vaciada y la necesidad de ir a ciudades más sostenibles. En ambos casos, la arquitectura «debe contribuir a mejorar la sociedad».

Moral, que a las facetas de arquitecto y docente suma la de escritor, acaba de publicar  Alfredo Pirri. Espacio privado, arte público. Confiesa que conecta con la obra del artista italiano porque trabaja en cuestiones muy próximas a la arquitectura. «Pirri es uno de los artistas más relevantes de la Italia contemporánea. Ha expuesto en Nueva York o en París, pero no en España. Coincidimos en la Universidad Sapienza de Roma y nos reconocimos con intereses mutuos», cuenta. 

A Moral le interesa, especialmente, el lenguaje del creador italiano, que contempla lo imperfecto como una realidad desde la que definir atmósferas transcendentes. «Su trabajo es muy singular, fuera de cualquier escuela o corriente».

No es la primera incursión de Moral en la literatura. El arquitecto leonés, que obtuvo la Beca Internacional de Investigación Jorge Oteiza de la Cátedra del mismo nombre de la Universidad Pública de Navarra, también dedicó un libro al artista vasco,  que, en su opinión, es el que más ha influido en la arquitec