Música León Benavente
«Vamos a tocar como si el público estuviera de pie»
El grupo León Benavente actúa mañana en los escenarios del festival León Solo Música. El concierto es en el Palacio de Exposiciones, a las 21.00 horas, con The Grooves como teloneros. Luis Rodríguez, el guitarrista, habla de los inicios del grupo, de su estilo musical y sus múltiples influencias, de las dificultades que han tenido y tienen por la situación sanitaria y de la gira que han comenzado este verano después de casi un año sin actuar en los escenarios.
La carretera, una de las metáforas que alimenta la leyendas del imaginario del rock & roll, inspira el nombre de la banda, León Benavente. Cuenta la leyenda, por lo menos Nacho Vegas, que León Benavente surgió en una carretera situada entre León y Asturias, cuando el coche del guitarrista asturiano Luis Rodríguez sufrió una avería. Una parada en la que el músico decidió llamar a Abraham Boba y en la que se fraguó el inicio de la banda y con este nombre. Una llamada que inició todo. ¿Sucedió quizás todo en mitad de un cruce de caminos? O simplemente ¿sucedió? Luis Rodríguez explica que aquella es una historia que no quiere negar ni confirmar: «Yo prefiero alimentar el mito y decir que sucedió exactamente eso y todo lo contrario».
Al fin y al cabo, como el propio músico señala, ese es el estilo de sus letras, que «están abiertas a varias interpretaciones», para que cada uno pueda encontrar su propio significado y hacer suya la historia. Es el poder del oxímoron y la inconcreción el que determina su estilo, el mismo modus operandi que emplea el músico para hablar de los próximos proyectos, que existen o no, «ya hablaremos», dice Luis Rodríguez riendo.
¿Grupo de carretera?
Prefieren «alimentar el mito» de cómo surgió el nombre y el grupo: «Fue eso y todo lo contrario»
Lo que sí es cierto es que los integrantes del grupo se conocían por tocar para Nacho Vegas; Luis Rodríguez y Abraham Boba, como músicos; y César Verdú y Eduardo Baos, como técnicos de sonido. Estuvieron trabajando con Nacho Vegas unos cinco años, hasta que él decidió parar de tocar. Rodríguez y Boba idearon el proyecto, al que se unieron Verdú y Baos. Comenzaron en pequeños escenarios y gradualmente consiguieron la fama que hoy tienen. En ese sentido, el guitarrista dice no haber notado ningún cambio drástico.
Pero el covid interrumpió la naturalidad con la que el grupo se consolidaba en el panorama nacional: «Nosotros teníamos una rutina que veníamos manteniendo durante muchísimos años. Toda la vida. No solamente con León Benavente. Te hablo de más de quince años ‘haciendo carretera’. Y que, de repente, de un día para otro, que esta rutina ya no esté...». Rodríguez habla no sólo de los conciertos, también rememora con tristeza la distancia con los compañeros. «Fue muy duro. Cada uno lo gestionó como pudo. Pero creo que, una vez más, la música vuelve y nos salva la vida». Y es que, el grupo siguió en contacto haciendo videollamadas para no parar de trabajar, para intercambiar ideas. «Volvimos a conectar como grupo. Fue un drama muy grande, porque hay mucho drama detrás.»
Sobre las medidas que ahora hay para que la cultura sea segura Rodríguez señala que quiere convencerse de que «es un paso desagradable por el que hay que pasar para llegar adonde estábamos», antes de la pandemia. «Desgraciadamente, hay que pasar por los conciertos sentados, con aforos reducidos, con la gente queriendo bailar agarrados a la silla para no salir para arriba como un cohete. Hay que pasar por ahí, no queda otra, aunque sea una mierda». Poco más se puede saber de lo que han hecho estos meses, solamente lo que ya han publicado. Es su modus operandi , ya saben.
Parada imprevista
El confinamiento «fue muy duro. Pero creo que, una vez más, la música vuelve y nos salva la vida»
De estos meses con el freno echado ha salido la grabación de Niño futuro, una versión de la canción del recientemente fallecido Rafael Berrio, uno de los compositores que más les gusta a la banda, pero sobre todo un amigo. Siendo una de sus influencias musicales, no ha sido la única, todo lo contrario. Rodríguez, que siempre ha evitado encasillarse, ha parafraseado a Frank Zappa: «Escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura». Por eso, prefiere hablar de la música que les ha llevado a crear su estilo. La influencia es amplísma, desde Elvis, Hendrix y Dylan hasta Billie Eilish. El guitarrista asegura que la idea es consumir toda la música que puedan, no privarse y experimentar para ver adónde les lleva eso.
En la Carretera dirección a León
Los miembros del grupo han tocado muchas veces en León con Nacho Vegas; y como León Benavente, desde los inicios de la banda. Rodríguez dice sentir una cercanía especial, una conexión que remonta a sus propios orígenes, siendo como es de la cuenca minera asturiana. «He ido mucho al Húmedo y tengo muchos amigos allí. Siempre que voy estoy muy a gusto. Una gloria siempre».
Los asistentes al concierto podrán ver el final de la gira: «Vamos a volvernos locos». Pese a la actual situación, «vamos a tocar como si el público estuviera de pie», asegura Luis Rodríguez, quien no ha querido especificar nada más —ya saben— y ha animado a que el público vaya a ver el espectáculo con sus propios ojos.
Junto a León Benavente actúa mañana como telonera la banda femenina The Grooves, cuya saxofonista es la leonesa Cristina Montes.