La literatura resucita vías en dique seco

Llevaba años Héctor Escobar con la mosca detrás de la oreja. Pero el bicho volador se le resistía. Es lo que pasa con los hiperactivos, que a veces sus pensamientos van mucho más allá de lo posible. Así que el editor había pensado en recuperar uno de tantos templos abandonados para convertirlo en un artefacto dinamizador que conjugara el desarrollo rural con la cultura. Pero topó con la iglesia, y el proyecto se desinfló. Aunque sólo un momento. Y como nunca sabes dónde y en qué momento debes mirar con otros ojos, fue en una reunión de Los ultramarinos —un grupo de discusión literario festiva que se reúne de cabo a rabo para olvidar la rutina de las cosas— que acabó en San Feliz de Torío más tarde y con más grados de los deseados, cuando Escobar se fijó en un almacén abandonado de Feve. «Mientras esperaba al tren, me di cuenta de que había encontrado el escenario idóneo para poner en marcha el proyecto», explica, un plan para el que contó desde el primer momento con Miguel Riera, editor de Mr Griffin. Así que un espacio lleno de pájaros muertos será el despertador cultural del lugar en el que nace la montaña de León. «Nuestra intención es poner en valor la cultura desde la perspectiva literaria y rural y hacerlo al tiempo que recuperamos la vía de Feve como conexión entre la capital y la provincia como hilo conductor literario», defiende Escobar, que consiguió que Adif sacara a concurso el edificio.

Tras lograr el alquiler, Héctor Escobar y Miguel Riera esperan crear a su alrededor una red cultural que permita desarrollar alrededor un espacio de arte, cursos de edición y, sobre todo que se convierta en un referente literario. Para ello, habrá presentaciones de libros, jornadas literarias y una librería. «Miguel elegirá 200 libros y yo otros 200 que se venderán en esta biblioteca», explica. Además, aprovecharán las frecuencias de los trenes —13 de lunes a viernes y seis los fines de semana— para la organización de cuentacuentos y actividades infantiles que comiencen en León, se desarrollen durante el trayecto y finalicen a la llegada a San Feliz de Torío. Además, consideran que esta tiene que ser la primera estación de una iniciativa que ponga en marcha todo el inmovilizado de Feve en esa línea. Así, explica que Guillermo Mateo, el alma de El Gran Café, se ha hecho cargo de la casa de Feve en Garrafe de Torío para poner en marcha un plan similar.

Recuperar el mundo rural

«Lo que se ha cargado el político hay que reiniciarlo con cultura —defienden— con el fin de recuperar población y que los pueblos vuelvan a ser parte de la vida de la comunidad». Y es que recuerdan que la provincia es un referente internacional en literatura y, sin embargo, ninguna institución ha hecho gran cosa hasta el momento para privilegiar ese espacio común. «Las instituciones deben comenzar a involucrarse en proyectos que tengan rendimiento para todos los leoneses y que contemos con las zonas rurales para acelerar un cambio de ciclo que nos haga ingresar en un ciclo virtuoso».

Para ello, consideran esencial unir cultura y naturaleza con el fin de integrar dos de las mayores potencias de la provincia en su desarrollo. Este nuevo proyecto se denomina Espacio Telefunken y nace con la intención de que germinen nuevas iniciativas a su alrededor. Con esta finalidad, no sólo se rehabilitarán los espacios de Feve —el logo de la nueva instalación lo diseñará el ilustrador Javier cardo— sino que se aprovecharán más espacios del pueblo con el fin de que en el verano sea el continente de nuevos ciclos. El musical es uno de ellos, para lo que ya hay conversaciones con el fin de utilizar un espacio verde que hay frente a la estación para la celebración de conciertos.

Además, la iniciativa también quiere despertar la motivación viajera de los leoneses, por lo que Riera y Escobar quieren ‘tentar’ a la Diputación con el plan El arte de caminar. «Si utilizáramos piezas de arte a lo largo de todo el camino hasta Cistierna, este trayecto podría convertirse en uno de los más transitados de la provincia», concluyen.