«Cuadernos de todo» recupera las notas de la escritora
Martín Gaite sincera y transparente
Carmen Martín Gaite (Salamanca 1925- Madrid 2000) adoraba sus cuadernos. Fueron su crisol literario, sus más fieles aliados en la vida y la literatura. Garabateó sin desmayo casi un centenar
El recate ha sido posible gracias a la especialistas italiana Victori calvi y a Ana Martín Gaite, hermana de la escritora, que han buceado en el abundante material que la autora de «Lo raro es vivir» acumuló en el pueblecito serrano de El Bolao, en el que descansa para siempre. Se han aliado para la edición de «Cuadernos de todo», que así se titula, los sellos «Círculo de Lectores» y «Debate», responsables de un tomo de delicada factura y que intercala abundantes ilustraciones en sus casi setecientas páginas. A su través se nos muestra «Carmiña» Martín Gaite con una sinceridad y transparencia que sorprenderán incluso a los más frecuentadores de su narrativa, mostrándoles la «trastienda» de esta gran escritora y de sus libros. En sus libretas, la escritora salmantina va más allá del diario para hablar de su visión de la literatura, de sus proyectos en curso, del papel de la mujer, la prensa, las traducciones, sus reflexiones sobre Nueva York o Chicago, la relación con su hija, el amor, la vejez o las ilusiones. Estos cuadernos, que nunca aspiraron a ser diarios, marcaron, el día a día de una de las más sólidas y apreciadas escritoras españolas de la segunda mitad del siglo XX. A través de sus páginas asistimos a los vaivenes de su lúcido y apasionado pensamiento, compartimos sus apasionadas y exigentes lecturas, sus dudas y certezas, y vemos como a menudo la palabra no le bastaba a esta mujer tan fuerte como vulnerable para expresarse. Recurre entonces al dibujo, los collages o los juegos caligráficos que también recoge esta edición. Ana María Martín Gaite se enfrentaba a un material ingente, y optó por una selección que se centra en los 36 cuadernos que consideró más significativos entre el casi un centenar que conserva. Asegura que casi se vuelve loca en el empeño y que su obsesión fue «decidir lo que a Carmen le hubiera gustado que se publicase». Se han omitido las anotaciones más tediosas sobre sus ensayos, pero no las que prefiguran obras como «El cuento de nunca acabar», «El cuarto de atrás», «Nubosidad variable», «La reina de las nieves», «Caperucita en Manhattan» o «Usos amorosos de la posguerra española». Carmiña sospechaba que antes o después estos apuntes saldrían a la luz y sabía que en ellos estaba la esencia de su narrativa, aunque «me resisto a dárselos a ningún editor», escribía. Buena parte de los apuntes fueron escritor en trenes, autobuses, en el velador o la barra del algún bar, o en la casa de algún amigo. Victoria Calvi, catedrática de Literatura de la Universidad de Milán, es la responsable de la edición y ha auxiliado a Ana María Martín en la ardua tarea de selección y clasificación de este rico y emotivo material. Calvi se encarga además de la introducción mientras que el prólogo lo firma el escritor Rafael Chirbes.