Pro Monumenta reivindica en Arpa los canales romanos de La Cabrera

Con 6.000 euros de la Diputación, la asociación Amigos del Patrimonio Pro Monumenta intenta hacer «milagros». Sin embargo, es bastante más dinero del que han recibido nunca de la Junta. Ayer inauguraban en Valladolid un stand en la feria Arpa (de arte y patrimonio) donde, durante cuatro días, intentarán llamar la atención sobre los canales romanos de La Cabrera, olvidados por las instituciones, pese a ser considerados la obra de ingeniería civil más importante del Imperio Romano. Unas canalizaciones de hasta cien kilómetros de recorrido -mayores que los de la propia Roma, de 60 a 70 kilómetros, o el de Cartago, de 90 kilómetros-, invadidos por la maleza en los últimos años e, incluso, destruidos. La web de Pro Monumenta (www.promonumenta.org) explica de forma casi novelada cómo el ingeniero de la Legio VII Tulio Severo dirige las obras de construcción de estos canales, en los que trabajan «una masa de índigenas astures». Ingenieros y arqueólogos de la citada asociación han descubierto en los últimos años algunos «canales durmientes», que o bien no estaban catalogados o no eran conocidos. También ha sido intensa su labor de desbroce y limpieza de maleza, así como el inventario de estos «acueductos» que recorren de parte a parte La Cabrera. Pro Monumenta ha podido certificar que toda esta zona del finisterre hispano estuvo explotada mineramente por los romanos. A las minas ya conocidas, los miembros de Pro Monumenta han añadido otras hasta ahora inéditas y algunas de cierta entidad, con importantes movilizaciones de tierra y piscinas para el sistema hidráulico. Próximamente, la asociación piensa hacer públicos en León los resultados de sus investigaciones, donde se prometen interesantes hallazgos sobre el sistema de explotación de oro en La Cabrera. Las canalizaciones mineras, que en algunos casos fueron reutilizadas para el riego de prados hasta la década de los sesenta, no han merecido el mismo interés ni el nivel de protección de Las Médulas, pese a que, como dice Agustín Suárez, presidente de Pro Monumenta, esta explotación aurífera son sólo «unas ruinas», mientras que los canales son la más grandiosa obra de ingeniería romana, sin la cual nunca se habría extraído el preciado metal del citado complejo aurífero. Unos canales que, además, constituyen el primer trasvase entre cuencas hidrográficas en la historia de España, del Duero al Sil. Unas obras que emplearon un elevadísimo contingente humano y obligaron a poner en práctica toda la «tecnología» del momento -como precisos aparatos de medición: el corobate, la dioptra y el bastón de medir-, para «taladrar» los duros suelos de los Montes Aquilanos. Las laderas de algunos de ellos están serpenteadas por hasta una docena de estas canalizaciones mineras, lo que da idea de las cruentas labores llevadas a cabo por los romanos. En el stand de Arpa, Pro Monumenta mostrará carteles, fotografías y documentación de los trabajos realizados en las canalizaciones o corrugi. Los organizadores de Arpa consideran fundamental la labor desempañada por Pro Monumenta, de ahí que año tras año les reserven -gratuitamente- un espacio. Aunque las instituciones han relegado los corrugi, grupos de estudiantes norteamericanos y arqueólogos e ingenieros que los han visitado invitados por Pro Monumenta han expresado su profunda admiración.