Del cepillo al móvil
La Catedral pide dinero por Bizum para las vidrieras
El Cabildo está al día en las últimas tecnologías para recaudar fondos. Ahora también se puede mandar dinero por Bizum para salvar las vidrieras de la Catedral de León.
Cambia la fórmula, pero no deja de ser una cuestación. La ausencia de subvenciones y la caída de visitantes han obligado al Cabildo a ingeniar otros métodos de recaudación. Ahora es posible enviar dinero por Bizum para la restauración de las vidrieras de la Catedral de León. Básicamente, es como pasar el cepillo, pero a través del móvil. La web del templo gótico anuncia el código al que se puede enviar el Bizum —una plataforma de pago instantáneo que ofertan la mayoría de los bancos—, que permite en diez segundos ingresar en la cuenta de la Catedral un mínimo de 50 céntimos y un máximo de mil euros. Solo lleva funcionando dos meses, de ahí que apenas ha recibido 50 euros.
El Cabildo tuvo que asumir en solitario la restauración de vidrieras iniciada hace quince años con el proyecto El Sueño de la Luz, del que se descolgaron Caja España primero y la Junta después.
A un ritmo de uno o dos vitrales al año o, lo que es lo mismo, 50 o cien metros cuadrados, la Catedral no habrá completado la restauración de todas las vidrieras antes de seis años.
Las colectas para rehabilitar monumentos en León no son nuevas. Ya Alfonso XIII —cuyo segundo nombre era León— abrió una cuestación para salvar la colegiata de San Isidoro de una ruina inminente. Aunque la fortuna del monarca rondaba los 144 millones de euros, según algunos historiadores, su aportación se limitó a mil pesetas para la joya del románico.
Anuncio que aparece en la web de la Catedral de León. DL
La responsabilidad de monumentos como la Catedral recae en la Junta, con plenas competencias en Patrimonio, y el Cabildo, como propietario, pero los ciudadanos, que financian ambas instituciones a través de sus impuestos, han contribuido en momentos puntuales con aportaciones ‘extraordinarias’.
Colectas históricas
Fue el arquitecto conservador del templo, Juan Bautista Lázaro, quien puso en marcha en 1906 lo que ahora se denomina crowdfunding. Estimaba los trabajos de restauración en «más de 5.000 duros (150 euros)». «Espero que León responderá en la medida de sus fuerzas, contribuyendo a la suscripción que quiero hacer en pro de la restauración de una iglesia que es uno de los documentos de piedra más interesantes de su historia». El arquitecto, paralelamente, pedía a los vecinos dinero para costear las 15.000 pesetas (90 euros) en que había calculado la restauración de la torre de las campanas de la Catedral.
Una campaña histórica
En 1992 el Cabildo presentaba un plan de mecenazgo denominado ‘Salvemos la Catedral’, cuya primera misión era la creación de un equipo estable de mantenimiento del templo gótico. Una exposición mostraba el lamentable estado del edificio y una gran urna recogía los donativos de los visitantes. Particulares, bancos, empresas e instituciones hicieron aportaciones. La iniciativa fue finalista al Premio Europa Nostra. Luego se sumó el Gobierno, que aportó 15 millones de pesetas (90.000 euros), la mitad de la recaudación del primer año.
La protección con mallas de las vidrieras, la restauración de la verja y la creación de un taller de restauración permanente, integrado por quince trabajadores, fueron el destino de los fondos de aquella primera campaña. El maestro vidriero Luis García Zurdo, el director de la Escuela Taller de Restauración, Francisco Azconegui, y el arquitecto territorial, Javier Ramos, fueron los promotores de la campaña; y Concha Casado, Miguel Cordero del Campillo, Salustiano López Contreras y Laurentino Vega de Castro formaron el consejo directivo. Para mantener vivo el proyecto, en 1996 se creó el Premio de Pintura Salvemos la Catedral, con el Ayuntamiento, El Corte Inglés y Diario de León como patrocinadores. Una iniciativa que ha permitido ir salvando retablos, capillas y obras de arte del templo gótico.