El periodista Miguel Ángel Villena recrea la historia de una época a través de un mito erótico de la escena y la canción
Ana Belén: de Lavapiés al cielo
«Tardé meses en convencerla. Ella no quería que se escribiese su biografía. No tengo una vida interesante, me decía. Al final, y con la ayuda de Miguel Narros y de la editora Carmen Fernández de Blas, la convencí de que, a través de su figura, se podía contar una etapa de la historia de España; esta idea le gustó más». Así explicaba el periodista Miguel Ángel Villena los primeros pasos que tuvo que dar antes de ponerse a trabajar en el libro Ana Belén, biografía de un mito, retrato de una generación (Plaza y Janés). «Con el hilo argumental de la vida de Ana he intentado reflejar los sueños y las frustraciones de una época», afirmó este periodista, quien le exigió dos condiciones a la protagonista del libro: que le concediera varias entrevistas en profundidad y que no le cerrara ninguna puerta de sus amigos y familiares. A cambio, el autor le aseguró que revisaría todas sus películas, su discografía y sus vídeos; es decir, que se iba a empollar al personaje. El acto de presentación de la obra, en el Círculo de Bellas Artes, estuvo rodeado de muchas caras conocidas (su marido, Víctor Manuel, los realizadores Manuel Gómez Pereira y José Luis García Sánchez, la actriz Loles León, entre otros) y de los flashes de decenas de fotógrafos. La ex ministra socialista, quien acompañó a Villena en la tribuna de oradores, definió a la actriz, cantante y directora de cine como una mujer «buena, culta y comprometida». Después del ramo de flores, la puya cariñosa: «Es una curranta que todo lo hace bien. Menos mal que tiene mal genio, si no sería detestable». Hija de un cocinero del hotel Palace y de una portera del madrileño barrio de Lavapiés, Mari Pili Cuesta (este es su nombre y apellido de pila) iba para niña prodigio, pero, como señala Miguel Ángel Villena, «Miguel Narros impidió que se convirtiera en una nueva Marisol y la apartó de aquel pernicioso camino».