Poemas leoneses abrirán La Fenice

Venecia, el refugio de las 118 islas y de los 160 canales, es una ciudad acostumbrada a renacer. Símbolo del humanismo y del propio renacimiento, la ciudad italiana mantiene una vinculación especial con el símbolo del ave fénix, que resurge de sus cenizas. No por casualidad uno de los templos del arte que habita entre sus aguas lleva el nombre del ave legendaria, el Teatro La Fenice, víctima de dos incendios a lo largo de sus más de 200 años de historia. El último, en 1996, dejó a la ciudad huérfana de su Fenice, el lugar donde Giusseppe Verdi estrenara su Rigoletto y su Traviata (ésta última entre abucheos), y que junto al Metropolitan de Nueva York o a la Scala de Milán representa la elite de los escenarios líricos del planeta. Ese fuego que hace ya seis años convirtió en cenizas al fénix veneciano provocó que el intelectual leonés Eduardo Martínez emprendiera un trabajo titánico en la búsqueda de las raíces del mito del fénix que, a su juicio, «representa a la civilización europea». Martínez, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid, presentó ayer durante el transcurso de la Feria Estampa de Madrid, el resultado de su peregrinaje a lo largo de la historia de los símbolos en forma de un drama lírico, Aladas cenizas. La leyenda del Ave Fénix, un recorrido minucioso y exigente por la historia de este mito, que acompaña de diez grabados del artista Pablo Rodríguez Guy. A lo largo del texto, este leonés apasionado por la cultura occidental, se desliza a través de la historia para hacer cantar a personajes como Heródoto, Tácito o Plinio el Viejo, en su eterna búsqueda del fénix. Tal y como reconoce Martínez, en los seis años de composición, siempre latió en la obra el espíritu de Venecia y su teatro reducido a cenizas. Prueba de ello es la implicación en el proyecto del Ayuntamiento de Venecia y de su actual alcalde, Paolo Costa, que escribe el prefacio del libro. Precisamente, el regidor veneciano presentará hoy en Madrid la obra del escritor leonés, y anunciará que Aladas cenizas servirá de base a una cantata que se estrenará en la inauguración del mítico teatro veneciano, que renacerá para el mundo del arte a finales del 2003, si las obras de restauración cumplen los plazos previstos. «El texto completo daba para seis óperas, lo que nos llevaba a una duración superior a las obras de Wagner», comentaba ayer Martínez, siempre amable con las personas que se acercaban al stand que Centro Arte de León tiene en la feria. El poeta leonés reconoce que en un principio albergó la idea de que el texto se representara en España, pero la simbología de la obra y la vinculación con el renacimiento de La Fenice, obligaba a que su fénix renaciera en Venecia, una ciudad que parece morir pero que siempre resurge. «Un poco como todos, que morimos y resucitamos cada día». La hondura poética de Martínez y el simbolismo abstracto de los grabados de Rodríguez Guy visitará unos meses antes la ciudad italiana, con motivo de una exposición que se llevará cabo en abril del 2003. El texto, «de una profundidad digna de los grandes clásicos», según el grabadista, ha contado además con la colaboración de otras personalidades ilustres, como Alfonso Ortega, Pedro González-Trevijano o Enrique Barón, que escribe el epílogo. Su esencia será degustada por los privilegiados que acudan al renacer del Teatro La Fenice. La obra de Martínez y de Rodríguez Guy fue ayer la gran protagonista del epílogo de la décima edición de la feria Estampa, un salón internacional del grabado contemporáneo que se ha celebrado en Madrid durante la pasada semana. Una edición que ha atraído a cerca de 100.000 visitantes.