Baltasar Magro fabula sobre las andanzas de un nazi en España

La escurridiza y enigmática figura de un biólogo nazi que vive bajo una falsa identidad en un perdido pueblo toledano es la historia en torno la cual el periodista y escritor Baltasar Magro (Toledo, 1949) ha construido su nueva novela. Se titula Carrosanto (Editorial Belacqua) y es la tercera en la cuenta particular de Magro, que se dio a conocer hace dos años como narrador con El círculo de Juanelo y que entregó a la imprenta un año después La sangrienta luna. Cambia ahora el registro histórico común a aquellas novelas para internarse con ésta en el campo de la intriga con trasfondo real. La narración se inspira en un hecho real del que Baltasar Magro no ha querido ofrecer todas las claves, pero del que tuvo detalles desde su infancia. «En un momento de mi vida pude hablar con una persona que ignoraba quiénes eran su padre y su marido. Sus familiares me pidieron que ayuda para reconstruir su pasado y obtener una información crucial para ellos», explicaba Magro en la presentación de su novela, amadrinada por Concha García Campoy. Admite Magro que su instinto de periodista resultó muy útil en la primera investigación y en el posterior desarrollo de la historia, pero que como narrador se contiene. «Ofrezco todos los datos de los que dispuse, pero no juzgo a los personajes», asegura. Javier Ferres Massó es el inquietante personaje en torno al cual se construyen la trama y la intriga. Vivió semioculto en un perdido pueblo toledano «entre el Tajo y el Alberche», que Magro se niega a identificar y que ha convertido en la ficción en Carrosanto. Es un pueblo de tantos en la Castilla más sobria en los que aún en los cincuenta eran patentes los rencores de la Guerra Civil.