José María Viejo | Director general de Fundos
«Vamos a restaurar la fachada del edificio de Gaudí en 2022»
—Botines es el museo con mayor número de visitantes de León. ¿Cuáles son las claves del éxito?
—No hay un solo factor. Por un lado, está el continente y la marca Gaudí. Botines es uno de los edificios más emblemáticos de Castilla y león y del Patrimonio monumental de España. Por otro lado, el proyecto se ha construido desde la independencia. Se encargó a especialistas, para que fuera sólido, riguroso y sostenible. Es un museo familiar, didáctico, ameno, interactivo y muy pensado para el visitante. En resumen, es un gran contenedor, con una marca muy potente y una propuesta museística bien pensada, que ha aplicado un modelo de gestión muy avanzada.
—¿Qué supondría recibir el premio Mejor Museo de Europa al que opta Botines?
—Un gran revulsivo internacional. El museo tiene una gran implantación —también autonómica y nacional—, pero la marca Gaudí, reconocida en los cinco continentes, tiene el epicentro en Barcelona, porque llevan más tiempo ofreciendo propuestas culturales de calidad. El Gaudí del Noroeste —con el Palacio Episcopal y la casa de Comillas— se ha incorporado más tarde a la oferta turística y cultural. El respaldo europeo puede suponer una proyección internacional sin precedentes.
—¿Cuáles son las obras y las salas más atractivas para el público?
—El museo simultanea tres discursos: la historia del edificio, la figura de Gaudí y el arte español del siglo XX. Todo lo referente a Gaudí nos da notoriedad y popularidad, pero lo que más prestigio nos proporciona es la colección y las exposiciones temporales, que es algo por lo que hay que apostar.
—¿Se han planteado que la Unesco añada Botines a la lista de edificios de Gaudí que son Patrimonio de la Humanidad?
—Sí. Cuando se amplió la lista de dos a siete, injustamente se excluyeron los de fuera de Cataluña. Botines es una de las construcciones decimonónicas más importantes del Patrimonio español, como dijo Chueca Goitia. Tiene méritos sobrados para ser Patrimonio de la Humanidad. Botines puede tener más posibilidades que otros monumentos leoneses. Es de una singularidad extraordinaria, por sus peculiaridades históricas y arquitectónicas y su simbología, que, como se ha demostrado, es una de las construcciones gaudinianas que posee un entramado simbólico más rico y complejo. Nos parece de justicia que se ampliara a ocho, sin perjucio del Palacio Espiscopal de Astorga o Comillas.
El premio
«Diario de León es un medio prácticamente coetáneo con el edificio. Es un compañero de viaje»
—¿Qué supone recibir hoy el Premio Diario de León al Desarrollo Social y los Valores Humanos?
—Es una grandísima satisfacción. Primero, por el propio enunciado del premio, porque, precisamente, la contribución al desarrollo social es la primera de nuestras motivaciones. Siempre diseñamos el proyecto desde el pragmatismo de que el museo contribuyera a enriquecer el desarrollo y la vida cultural de León y la provincia y que estuviera muy presente en impulsar procesos de interacción con el tejido productivo, porque pensamos que los museos son también un agente económico, y porque es un revulsivo turístico. Diario de León es un prácticamente coetáneo del edificio. La trayectoria del Diario ha discurrido en paralelo a la casa Botines. Lleva más de un siglo contando el acontecer de Botines en sus distintas épocas. Para nosotros, el Diario es un compañero de viaje que aprecia nuestro proyecto. Nos sentimos muy emocionalmente unidos al periódico, agradecidos porque haya apreciado la bondad de nuestros valores y también por la ilustre nómina de premiados que nos han precedido. El hecho de que el premio lo conceda una institución del prestigio de Diario de León nos hace sentir una profunda satisfacción.
—¿Han hecho algún estudio sobre la procedencia de los visitantes del museo?
—Sí. Hay que distinguir dos escenarios: pre y post pandemia. Antes, el 40 por ciento eran turistas internacionales; ahora esa cifra ha bajado al 30 por ciento. A lo largo del año el turismo nacional ha ganado peso. En 2019 los turistas internacionales procedían, sobre todo, del Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Estados Unidos. Y el turismo nacional, de Madrid hacia el norte, sobre todo de Galicia, Asturias, País Vasco y Cantabria. Tenemos déficit de visitantes de Castilla y León, que esperamos corregir.
—¿Van a restaurar la fachada de Botines?
—Constantemente hacemos mejoras en el edificio, aunque muchas no son perceptibles. La Fundación ha destinado ingentes recursos al edificio; la mayoría, en el interior, como pinturas, suelos, climatización... Ahora toca la fachada. La última intervención en el exterior fue en los 90. Vamos a limpiar la piedra, la forja, a revertir algunas patologías y a renovar la carpintería. Esperamos acometer estos trabajos a lo largo de 2022.
—Hace poco pusieron en marcha la Ruta Modernista de León, ¿empieza a ser conocida?
—Cada vez más. Es una modalidad de visita que va a crecer mucho. La ciudad cuenta con un casco histórico muy atractivo, más allá de la rotundidad monumental de sus edificios más característicos. Hemos puesto en valor muchas construcciones civiles interesantes que la gente no conocía. La ruta ha contribuido a ponerlas en valor y estamos percibiendo que ese formato de rutas urbanas es cada vez más demandado por el turista. Es ahí donde pensamos que el museo tiene que potenciarse, por eso pusimos en marcha el proyecto Entorno Gaudí, que puede ayudar extraordinariamente al museo como destino turístico de calidad.