Fernando León, primer paso hacia el Oscar

El cineasta Fernando León de Aranoa expresaba ayer su confianza en que las películas «se venden solas, hablan por sí mismas y no hace falta desplegar una gran campaña» publicitaria para que tengan éxito, un éxito como el obtenido por Los lunes al sol, vista por 870.000 espectadores y seleccionada ayer para competir por los Oscar. El director de cine se mostró en conferencia de prensa relativamente sorprendido y «contento» por el reconocimiento de sus compañeros de la Academia al elegir Los lunes al sol para representar al cine español en la carrera por el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa. «No me lo esperaba, tenía de hecho preparada una maleta para irme de viaje ahora mismo», explicó, aunque después precisó que, en parte, trató de no pensar en que su película fuera elegida para evitar una posible decepción. «No me hubiera extrañado que fuera designada cualquiera de las tres candidatas», señaló también, recordando a Hable con ella, de Pedro Almodóvar, e Historia de un beso, de José Luis Garci, las derrotadas por Los lunes al sol (premiada en la última edición de San Sebastián con la Concha de Oro). «La mejor aportación de la película es su contenido, la sensación de estar en esa situación, el miedo, la ansiedad de estar desempleado», algo que comprenderá perfectamente el público estadounidense igual que cualquier otro, dijo. Fernando León, que se reconoce tímido, confesaba que, aunque no es partidario de grandes despliegues publicitarios para apoyar la candidatura a los Oscar de su película, «lo haré lo mejor que pueda». «Lo que corre peligro de olvidarse por estas cuestiones de competitividad es que cuando elegimos hace tres años hacer esta película nuestros motivos eran otros, era contar lo que es estar en la situación del paro», declaraba. Los ingredientes de Los lunes al sol son, según León de Aranoa, «unos personajes reconocibles, que la gente puede sentir como cercanos, que está hecha con cariño y con convicción y con el trabajo de todo un equipo que, más allá del tópico, hemos trabajado juntos recogiendo el espíritu colectivo de la propia película». «Está bien que se vean filmes que tratan de lo que está pasando y que llegue lo que queríamos contar, la existencia del paro o su descenso por a la precarización del empleo, que al final es lo mismo, contado desde las personas». Lo mejor que le ha pasado en la promoción de la película, recordaba Aranoa, es comprobar, por ejemplo a través de llamadas a un programa de radio, que trabajadores que han pasado por la misma situación que los protagonistas de su película se habían visto retratados en ella. Fernando León no quería pensar en lo que vendrá, sino disfrutar de la satisfacción de que su película, una vez más en lunes y al sol (como sucedió cuando «la pusimos» en San Sebastián, recordaba), haya obtenido un importante reconocimiento.