Repuestos del siglo XII
La Catedral tiene un taller de recambios
La restauración de vidrieras, de gárgolas y de otros elementos de la Catedral de León es posible gracias a que posee ‘recambios’ originales. Cristales medievales, piedras desprendidas, planos y moldes permiten reponer los deterioros que sufre el monumento.
La Catedral de León es una maestra del ‘reciclaje’. Todo lo que se rompe, se almacena. Son ‘escombros’ valiosos para reutilizar en las restauraciones. No es posible encontrar cristales medievales, hay que tirar de ‘residuos’ originales.
El Taller de Vidrieras de la Catedral, que abrió sus puertas hace dos años en la calle Dámaso Merino, guarda un tesoro en cristales rotos. Se trata de millones de vidrios de distintos colores y épocas. Una especie de archivo, que no solo permite conocer la historia de las vidrieras del templo gótico, sino utilizar vidrios originales en la restauración del mejor conjunto de vitrales medievales del mundo. El enorme ‘fichero’ de vidrios está perfectamente ordenado por tonalidades, siglos y tamaños.
El Cabildo no solo tiene cristales de repuesto, sino cartones de muchas vidrieras. El Centro de Restauración de Simancas salvaba hace cuatro años el cartón de la vidriera El árbol de Jesé, una de las más emblemáticas de la Catedral, situada en el ventanal central de la capilla mayor. Y es que en la magna rehabilitación llevada a cabo en el templo gótico a finales del siglo XIX, el taller del arquitecto Juan Bautista Lázaro, en el que trabajó el maestro vidriero Guillermo Alonso, realizó cartones de buena parte de las vidrieras históricas de la Catedral. Se trata de un tesoro excepcional y desconocido. Cartones que permiten ‘reconstruir’ —llegado el caso— cualquier vitral.
Un fichero de piedras
El Cabildo quiere ir restaurando uno a uno los cartones, que se preservan enrollados. Unos ‘calcos’ que son, además, un caso único y una fuente documental excepcional, con datos sobre los sistemas de corte, la edad de los plomos o las tonalidades de los vitrales.
El Taller de Vidrieras funciona también como una auténtica ‘biblioteca’ de piedras. Las hay de época romana, románica —de la primera catedral— y góticas. Llevan siglos desperdigadas por la Catedral de León y el Cabildo decidió ‘archivarlas’ en el Taller de Vidrieras. Son auténticos recambios. Hay cornisas, vierteaguas, gárgolas, capiteles y otros elementos pétreos que constituyen el relato cronológico de la Catedral. Piedras sobrantes de antiguas rehabilitaciones y otras que se han ido desprendiendo con el paso del tiempo. La Catedral pierde piedras casi todos los días. «Hasta 150 kilos si hay una tormenta fuerte», según cálculos el administrador del templo, Mario González. De ahí que cada dos o tres meses se hagan «revisiones generales».
También hay repuestos en 3D
Los capiteles de la Catedral tienen los días contados. Pero podrán ser reproducidos fielmente. El Cabildo destinó 16.000 euros en 2018 para preservar en 3D uno de los puntos más débiles del templo gótico: los 54 capiteles repartidos entre el claustro y el museo.
El escaneo tridimensional de las miniaturas que decoran estas columnas, algunas ya muy deterioradas, permitirá conservarlas cuando hayan desaparecido o las tallas sean irreconocibles.
Cajas con miles de vidrios originales. DL
Especialmente sensibles son los capiteles del claustro, que se hallan a la intemperie y soportan desde hace siglos los rigores del invierno leonés. De hecho, muchas de las tallas sufren amputaciones y sus rostros están completamente desfigurados por la erosión.
El programa iconográfico es de lo más diverso, desde un festín a la crucifixión de san Pedro —con un rey y un diablo como testigos—, o el exorcismo de un endemoniado. El más conocido es el Capitel de la planificación, de gran simbolismo eucarístico. En otro aparece san Miguel pesando las almas de los muertos.
Una plantilla de las vidrieras . DL
En algunos países, conscientes de la fragilidad de los monumentos, ya existen archivos nacionales en 3D del Patrimonio, con el fin de preservarlo. Además, estas tecnologías ofrecen imágenes que aportan un diagnóstico preciso sobre el estado de conservación de estatuas, monumentos y obras de arte. Una herramienta imprescindible para averiguar las patologías que sufren las delicadas piedras de la Catedral de León. Con estas técnicas siempre es posible generar una copia de seguridad, por si el monumento se destruyera. La digitalización asegura la restauración y reposición de elementos de manera fidedigna. El Instituto del Patrimonio Cultural del España (IPCE) ha escaneado el trascoro de la Catedral con el fin de restaurarlo. 7. Las imágenes tridimensionales de esta construcción monumental diseñada por Esteban Jordá y Juan de Juni en 1577 son un ‘seguro’ para el futuro.
Réplicas de tallas góticas
Hacer réplicas de las estatuas góticas de la Catedral es una forma de preservar las originales. La famosa estatua de la Virgen Blanca de la fachada principal es una copia realizada en 1958 por Seoane. La auténtica está en el interior. Es probable que en el futuro se hagan duplicados de las 23 esculturas apeadas del pórtico occidental en 2009, mientras las medievales serán reubicadas en un lugar más protegido que el claustro, donde llevan de forma provisional desde hace doce años.
Una pieza de la ‘Biblioteca de piedras’. JAVIER FERNÁNDEZ ZARDÓN
La Catedral de León posee además la mayor y mejor colección herramientas e instrumentos originarios de cantería, grúas, moldes y poleas, que se expusieron en 2001 en Botines, bajo el título La Catedral, el sueño de la razón, con motivo del centenario de la restauración llevada a cabo por Demetrio de los Ríos y Juan Bautista Lázaro (1859-1901) y los siete siglos de la consagración de la seo leonesa (1303).