Diario de León

Una escritora desvela que «Jack el destripador» era el pintor Richard Sickert

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Efe - NUEVA YORK.

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El misterioso «Jack el destripador», que aterrorizó en 1888 a Londres con sus asesinatos de prostitutas, era el pintor impresionista Walter Richard Sickert, según la novelista Patricia Cornwell, cuyo libro salió ayer a la venta en Estados Unidos. Cornwell, autora de gran éxito con obras que tienen como protagonista al forense Kay Scarpetta, ha invertido entre 4 y 6 millones de dólares, según distintas fuentes, en recopilar pruebas científicas y documentos para establecer la identidad de uno de los asesinos en serie más famosos de la historia. En su obra de investigación Retrato de un asesino: Jack el Destripador caso cerrado (Putnam''s Sons), Cornwell presenta pruebas de ADN y documentos que apuntan a que el verdadero asesino era Sickert, un discípulo artístico del estadounidense James Whistler (1834-1903) y amigo del francés Edgar Degas (1834-1917). Sickert, de origen alemán, a menudo pintaba prostitutas amenazadas por siniestras figuras masculinas, e incluso uno de sus cuadros se titula El asesinato de Candem Town. El artista nació en Múnich en 1860, pero se nacionalizó británico y comenzó sus primeros trabajos hacia la década de 1880, con pinturas que reflejan el ambiente del cabaré y de teatro, uno de los temas favoritos de este pintor, fallecido en 1942. Los científicos contratados por la escritora obtuvieron una secuencia de ADN de un sello adherido a una misiva supuestamente enviada por «el Destripador», que se comparó con otras muestras extraídas de la correspondencia de Sickert. Dada la antigüedad de las muestras, los expertos sólo pudieron obtener ADN mitocondrial, menos fiable que el nuclear, empleado generalmente en los casos judiciales modernos. La muestras de las cartas de Sickert estaba contaminadas con ADN de otros individuos, y algunas secuencias de esa molécula que trasmite información genética coincidían con las encontradas en la carta del «Destripador». Algunos expertos en el legendario asesino, como Stephen Ryder, han criticado las conclusiones de la novelista y alegan que el análisis de ADN descartaría al 99 por ciento de la población londinense de la época, pero el restante uno por ciento dejaría a varios cientos de miles de individuos como sospechosos. «Estos expertos están comprensiblemente muy molestos. No quieren que otra persona encuentre al sospechoso. Eso arruinaría su juego», declaró Cornwell.

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