Andrés Viloria: «La pintura es un medio de hacer amena la vida»

-Mañana inaugurará en León una exposición (en la sala Lucio Muñoz de la Junta) con la que rompe varios años de silencio... -Sí. Pero yo sigo en mi actividad, sigo pintando, porque es una gimnasia mental, es riesgo y emoción. -También hace años que no quiere vender obras... -Esa es una debilidad. Tengo sobrinos y quiero que ellos lo disfruten. No es que sea un capitalista, sino que es una forma de ser. -¿Pinta a diario? -Sí. Todos los días me levanto a las ocho y siempre tengo algo que pintar. Eso me ayuda a vivir. Intento que mi obra sea personal, que sea yo con todos los riesgos. -¿Qué le debe El Bierzo? -A mí, nada; se lo debo yo. Aquí todo florece, todo germina, El Bierzo es una naturaleza privilegiada. Yo soy de Torre del Bierzo, que está en la antigua N-VI, que cuando salías a la calle, al estar en una montaña, o subías o bajabas. Una gimnasia que procuro mantener, también con la mente. -A los 84 años, ¿qué piensa si vuelve la vista atrás? -Veo toda una gama de afecto, compañeros, equipo... Pertenecíamos a una banda especial. Seguimos siendo ese equipo, aunque no nos veamos. Me ayuda ese afecto y ese ideal. Mi obra también les perfenece a ellos, porque somos hijos del medio. -¿Qué le quita el sueño? -He tenido una norma, respetar a todo el mundo y, también, procurar que me respeten. Si eso funcionara... nos llevaría por buen camino. Tenemos a medio planeta en la miseria y vivimos ajenos a ello, aunque hoy existen medios para evitarlo. Pero el hombre es el peor enemigo del hombre. -¿Es usted su mejor crítico? -No. La pintura son las ilustraciones de mis pensamientos. Si has vivido con amigos, te queda un contrate, que es muy bueno. Si todos fuéramos buenísimos, habría que fichar a un pillo. -¿En pintura vale todo? -No. El 68 fue un punto de referencia, era la libertad en el arte. Me apunté a ello, sin ser pionero, pero hay que seguir adelante. Yo desarrollo una idea, mis pinturas son consecuencia de un camino. El riesgo lo estimulo, porque lleva emoción. Sin embargo, el hombre domina cosas peligrosas, incluso, para el planeta; y no se detiene. Eso nos va a conducir a la nulidad de todo. El hombre cada día mata más y mejor... -¿La mejor obra es la que no ha pintado? -No tengo preferencias. La poesía también es una herramienta. Mi obra es mi discurso. Me gusta provocar, en el sentido de estimular. -Hace unos días los pintores bercianos le concedían la insignia de oro... -Fue una gran satisfacción. Somos todos un equipo. Hemos elegido unas ilusiones y un comportamiento. La pintura es un medio de hacer amena la vida. -¿Dónde le gustaría colgar un cuadro? -Mi vida fue Madrid. El Reina Sofía me compró un cuadro y me resultó encantador... -De usted han dicho que es la imagen culta del Bierzo. -De eso, nada. He tratado simplemente de ser sincero. Estoy muy agradecido a mis amigos, aunque ahora no nos comuniquemos.