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El veterano pintor berciano Andrés Viloria expone sus obras en la sala Lucio Muñoz de la Junta

Juventud y poesía

El artista berciano Andrés Viloria ayer en la sala Lucio Muñoz

Publicado por
Marcelino Cuevas - LEÓN.
León

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Viloria, con verbo emocionado aseguró en la inauguración de la muestra que su mayor patrimonio, lo más importante de lo conseguido en sus más de 80 años de vida, son los amigos. Cargado de experiencias llega a la sala Lucio Muñoz de la Junta el pintor berciano Andrés Viloria. En sus obras se reconoce la mano experta de quien lleva una eternidad gestualizando ante el lienzo, dejando jirones del alma en sus decididas pinceladas. Pero, misteriosamente, el resultado final de sus obras rezuma un envidiable desparpajo juvenil. Fue recibido Viloria en la capital por la numerosa legión de sus admiradores y amigos, por muchos de sus colegas en el difícil trabajo del arte y por diferentes autoridades bercianas y capitalinas. Anunció el presidente del Instituto de Estudios Bercianos la intención de que el próximo año sea dedicado a rendir merecido homenaje a Viloria. El alcalde de Ponferrada resaltó el bercianismo del pintor y lo definió como una de las piedras angulares de la cultura del Bierzo. El delegado territorial de la Junta, Luis Aznar, glosó la figura del pintor. Habló de sus muchos merecimientos y del injusto olvido en el que ha permanecido «quizá -dijo- debido a su gran timidez y a su forma de vivir y trabajar sin ruidos innecesarios». Anunció el delegado la intención de publicar el próximo año un extenso catálogo en el que se recogerá la obra del artista. Viloria ha querido vivir siempre «junto a la letra menuda de la vida», situando su obra en un mundo de sugerencias, donde «las cosas son y no son, pero están». Y aquí nos llegan sus cuadros llenos de fuerza, de ilusión juvenil, de alegres colores, plenos de vitalidad. Son, como siempre, expresiones de una poesía de la que el pintor se alimenta. De la que extrae todo lo necesario para vivir y para crear. Viloria se merece todos los homenajes y distinciones... pero, para el mantenimiento de su peripecia vital, se conforma con un verso, con una canción prendida en el aire que le sirve de inspiración y de alimento.