Vídeo | De Garaño a Montreux, pasando por Lugotti

Nochevieja de 2021 en el Hotel Palace de Montreux: suena Garaño , toca Lugotti. Si la morriña tiene cabida en Suiza, habitará en el leonés ese día. Luis Gutiérrez, su nombre de pila, estará en esa señalada fecha actuando allí, y en su repertorio dejará sonar la canción que hoy estrena bajo el título El Pueblo , tema sobre el que él mismo asegura que hay música tradicional, folk o afrohouse. Si el secreto está en la mezcla, este el lugar donde encontrarlo. Y para más señas, se podrá comprobar este viernes en el Espacio Vías, en el concierto que dará dentro del ciclo Feichu en Llión , que organiza la Concejalía de Cultura, dirigida por Evelia Fernández.

Llegar a este El Pueblo en versión en canción tiene mucho de regreso en Lugotti, del que apenas queda nada del músico que introducía melódicamente y en directo el programa Sálvame de Telecinco, salvo «el gran recuerdo de una oportunidad de trabajo», afirma el saxofonista titulado por la Universidad Berklee College Of Music de Boston, donde realizó, becado, sus estudios superiores y terminó la carrera con los máximos honores. Tiene el regreso también del artista a varias bandas (Ibiza, Madrid, lugares donde tocar, ese Boston como experiencia) pero que siempre desembocan en León. «Vuelvo siempre a León. Y a mi pueblo: Garaño . De hecho, esta canción surgió durante el confinamiento. Pensé mucho en la vida rural, algo que ahora está tan presente. Son lugares que tienen que salvar muchas dificultades. Cuando componía, esta canción me llevaba a la infancia», afirma.

Por formación y experiencia, Gutiérrez incorpora a esa inspiración muchas otras influencias, como es la música electrónica y otras aportaciones tecnológicas. Aunque se puede estar seguro de que su faceta de instrumentista es innegociable. Sobre esas premisas se sostendrá lo que será su nuevo trabajo discográfico, del que más que suerte, explica, espera que cumpla las expectativas de su trabajo. Eso dice él, a lo que hay que añadir: brillantez y lleno de técnica y calidad. Porque las claves del éxito sí que las deja en el aire: «Es que el éxito no se sabe cómo llega. Está claro que a base de trabajar mucho. Yo cuando mejor me encuentro como músico es cuando lo que hago me hace sentirme vivo. Pero, por ejemplo, con mi primer disco, que estaba lleno de funk y house, fue cuando menos conciertos hice», afirma.

 

Llegar a la gente

Lo que sí tiene claro Lugotti es que «se trata de llegar a la gente», explica al respecto de lo que presentará en Espacio Vías junto a una alineación que enumera con orgullo: «Iván Martínez, Miguel Ángel Fuertes, Richard Majo y Diana Majo estarán ahí conmigo de diferentes formas», anuncia.

‘Bonito problema’

Todo lo que se cuece ahora mismo en el universo musical de Lugotti remite a Bonito Problema , un título que tiene tanto de canción como de lema y que dará nombre al trabajo completo. El músico leonés irá estrenando canciones hasta la llegada de la publicación conjunta de todo lo grabado. Y mientras, gestionando su carrera musical en diferentes eventos en los que cuenta con suficientes versiones como para poder adaptarse a los formatos que requiera la cita, tanto en solitario como en compañía de sus músicos. «Si algo tengo claro es que hay que tocar cuando se valora el trabajo que hacemos los músicos», confiesa, y pone de manifiesto que su opción es la que dignifica al que se sube al escenario lejos de otras componendas que son tan frecuentes en promotores ocasionales.

De hecho, a grosso modo puede decirse que ahora mismo LuGotti afronta tanto propuestas en las que participa en un encargo de temática no musical pero en el que aporta el acompañamiento, como es el citado caso en Montreux en el lujoso Palace, como en lo que son conciertos o sesiones en directo con diferentes planteamientos tanto escénicos como de aforo.

Aretha Franklin

Que haya una hoja de ruta artística en Luis Gutiérrez puede que provenga de los nombres propios sobre los que sustenta su carrera y que cita como inolvidables agradecimientos. Desde su padre, Alejandro Gutiérrez, gran aficionado a la música y que fue quien le inculcó el amor a la música, a un imprescindible en su trayectoria, primero como profesor y ahora como colega profesional, tal es el caso de Rubén Morán, otro nombre fundamental de la música leonesa, y que también tuvo en su periplo en Berklee la rampa de lanzamiento de su carrera musical. También menciona a Joaquín Ferrer, saxofonista de trayectoria. Y sirven esos nombres para mostrar a un artista que rehúye el ensimismamiento y cree en lo colectivo.

Allí en Berklee recuerda muchos momentos gloriosos. «Te dabas cuenta de donde te habías metido cuando veías a músicos estudiando contigo que habían ganado un Grammy. O que la madrina de mi promoción fuera Aretha Franklin también fue emocionante», explica.

También hay que decir que León tiró lo suficiente como para volver en cuanto pudo. ««Volví encantado de todo lo que aprendí», señala. Como también relata con orgullo que las sesiones diarias de trabajo y estudio eran tan completas que apenas quedaba tiempo salvo para asistir a alguno de los conciertos que la propia universidad organiza. «Pero volví también algo cansado de la cultura americana», afirma.

Se ve que aprender de esa cultura americana tiene su miga. Porque añade un dato para aplicar tal vez en escenas como la española: «En América aprendes a venderte. En el buen sentido. Después de los conciertos no se machacan con los fallos cometidos. El americano toca, da las gracias y no da explicaciones si hubo fallos o no», remarca. Así es tal vez como él ha llegado a la magia y la precisión del instrumentista con la mezcla universal que solo ofrece la música.