Joyas vivas

Sus joyas emiten sonidos y se mueven, están vivas y han sido completamente realizadas con las manos, de forma absolutamente artesanal. Estas son algunas de las principales características de los trabajos de la creadora de joyería Silvia Piva, nacida en Argentina pero ciudadana del mundo. Ha residido fuera de su país durante más de veinte años, once de ellos en España. Silvia Piva lleva más de un cuarto de siglo haciendo objetos con sus manos. Ha creado ropajes y joyería para el atrezzo de obras teatrales y, poco a poco, ha encaminado sus pasos por la senda de la joyería. «Joyería, por darle un nombre, porque para mí lo que hago siguen siendo objetos, en este caso objetos preciosos por el hecho de que están realizados con materiales nobles como el oro, la plata, las piedras preciosas... y las muchas cosas mías que les pongo dentro». En sus creaciones también emplea piezas de relojes viejos, piezas de computadoras, papel, telas... «Pueden calificarse de preciosos porque la gente los compra para regalarlos o para darse un gusto». La creadora argentina se inspira a la hora de fabricar sus joyas «en la arquitectura de las antiguas ciudades, las formas que emanan de la naturaleza, de los cuadros de los pintores clásicos e, incluso, de obras de otros artistas que me han precedido en el tiempo y, sobre todo, en la música». Las joyas de Silvia Piva pueden adquirirse en pequeños círculos, «en talleres de otros artistas, como en este caso en el de Claudio, en un selecto circuito europeo, en Holanda, en Bélgica, en Francia... dentro de España en Barcelona y San Sebastián». Añade Silvia Piva que «he hecho cosas muy concretas en Estados Unidos y México. Pero siempre en sitios muy pequeños, en lo que se ha dado en llamar joyería contemporánea, que está muy lejos de la industrialización». Las originales obras de Silvia Piva podrán admirarse hasta el próximo día 12 de diciembre en la joyería Claudio, situada en la calle de la República Argentina, 23.