La catedral de Burgos, pendiente de ser declarada monumento en riesgo

«El objeto de la ponencia es proponer una serie de parámetros estables para realizar el seguimiento del estado de la catedral, porque parece deseable que independientemente de la persona que realice los sucesivos informes estos respondan siempre a las mismas preguntas, de manera que se pueda trazar una evolución del bien protegido», estimó la investigadora Begoña Bernal. El informe elaborado por la profesora de patrimonio de la Universidad de Burgos concluye que «desde su declaración como Patrimonio de la Humanidad, la catedral ha perdido autenticidad e integridad, paradójicamente como consecuencia de las obras de restauración realizadas». Bernal detalló que «las estatuas de piedra de la fachada principal se han sustituido por otras de plástico y he podido comprobar que al menos 17 claves de madera de la bóveda de la capilla de Los Condestables también se han sustituido por otras de plástico». Poco esmero Añadió como factor de riesgo «el poco esmero en la limpieza exterior de la piedra» y aseguró que el método de chorro de arena que se ha utilizado y se está utilizando «es muy agresivo, no respeta las pátinas de la piedra caliza y obliga a repintes que están provocando que la piedra se arenice y tenga manchas». Tras recordar que la convención del patrimonio mundial, con 175 países adheridos entre los que se encuentra España, obliga a preservar los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad, Bernal afirmó que «estos bienes deben servir para el enriquecimiento cultural y convertir una catedral en un museo es empobrecer la cultura». Begoña Bernal recordó que cuando se declaró, y a lo largo de su historia, la catedral de Burgos ha tenido multiplicidad de funciones, para la celebración de misas, procesiones internas, enterramientos y acogida a peregrinos de todas las culturas. Cobro de la entrada «Actualmente se está construyendo un túnel por debajo de la escalinata de la puerta del Sarmental para el acceso al templo previo pago, de manera que se restringirá el acceso libre sólo para aquellos que vayan a asistir a un oficio religioso, que tendrán que ir directamente a la capilla donde se celebre», comentó. Begoña Bernal añadió que «independientemente de quién sea el propietario, los bienes Patrimonio de la Humanidad deben servir para el enriquecimiento cultural de los pueblos y eso no pasa por pagar el precio de una entrada y acceder al templo por un túnel». En este sentido la profesora experta en Patrimonio afirmó, en referencia a los bienes Patrimonio de la Humanidad que «las cosas se mueren porque se hunden o porque cambian de función y dejan de ser lo que eran».