Un analgésico contra la estupidez

En la tradición de los mejores clowns del mundo -desde los hermanos Marx a los Tonetti- los argentinos Les Luthiers saben combinar perfectamente humor y música. Acompañados por un ingente repertorio de extraños instrumentos, como el glisófono neumático, la bocineta, la marimba de cocos y algún que otro omni (objeto musical no identificado), Bromato de armonio es un eficaz fármaco contra la estupidez. De efectos limitados -unas dos horas-, se han detectado casos de incompatibilidad entre la clase política y está únicamente contraindicado en personas insensibles al humor inteligente. No se han descrito otras intolerancias. Debe administrarse a partir de las 21.00 horas en el Palacio de Deportes. Puede adquirirse en tres precios diferentes: 18, 25 y 37 euros. Y es que, realmente, Bromato de armonio es un eficaz analgésico, servido con espléndidas dosis de virtuosismo musical. Les Luthiers llevan 32 años sobre los escenarios y siempre resultan originales. Son un «grupito» poco corriente: actores, humoristas y músicos -el orden no altera el resultado-. El espectáculo gira en torno a dos políticos corruptos (hasta aquí, nada excepcional). Estos dos personajes, de un país democrático del que sólo se sabe que no es Noruega, tras ganar las elecciones, intentan comprar los servicios de un músico de tercera fila para que transforme el himno nacional en un alegato a su formación política y al flamante presidente (cualquier parecido es pura coincidencia). La extravagante trama se sostiene en el finísimo juego de palabras, en la sátira despiadada, en una dialéctica asilvestrada y en las sorprendentes músicas, productos de sus no menos increíbles artilugios sonoros. El inevitable Johan Sebastian Mastropiero, el pretendido compositor de muchos temas de Les Luthiers, y auténtico alter ego del grupo a la par que su otra voz, reaparece una vez más en Bromato de armonio. Les Luthiers suelen decir de sí mismos que sus espectáculos mejoran con el tiempo, como el vino. Pues este Bromato de armonio les ha salido un gran reserva. Eso sí, sólo apto para los mejores paladares. En definitiva, este bromato es un tónico inigualable para la salud. Un consejo al espectador: aunque tenga que tomarlo de un trago, sus efectos le durarán largo tiempo...