Nombres para un Cervantes

Entre los nombres barajados en las «quinielas», el del abulense José Jimenez Lozano -Premio Nacional de Literatura y de la Crítica-, el poeta asturiano Carlos Bousoño, el dramaturgo manchego Francisco Nieva o los barceloneses Luis Goytisolo y Ana María Matute. Quien lo obtenga entrará el próximo jueves día 12 en el selecto y honorable «club» que en veintiséis años ha admitido ya veintisiete socios como ganadores de este «Nobel» de las letras españolas. El vigésimo octavo sumará al máximo honor literario de la letras hispanas un talón de algo más de noventa mil euros, quince millones de pesetas. Se puede ampliar, con todo, el ramillete de candidatos «de acá» con posibilidades de hacerse con el apreciado Premio Cervantes. Narradores y poetas cuyos nombres, además de los citados, se barajan todos los años, como el poeta y narrador José María Caballero Bonald, el también poeta Ángel González, los narradores Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Marsé o el trasterrado y siempre crítico Juan Goytisolo. Este último declaró hace dos años que no lo aceptaría si se lo concedieran. La tácita norma de la alternancia se podría quebrar, y si así fuera, entre los candidatos del otro lado del Atlántico con más posibilidades se nombra al guatemalteco Augusto Monterroso. También al chileno y poeta Gonzalo Rojas, al uruguayo Mario Benedetti, o al argentino Juan Gelman, además del peruano Alfredo Bryce Echenique, candidato en otras ocasiones pero que pierde enteros en esta edición al ser reciente ganador del Premio Planeta. No estará en el palmarés del Cervantes, por decisión propia, el más laureado de los autores hispanos, Gabriel García Márquez, que hace cinco años y ya glorificado por el Nobel, hizo expresa su voluntad de no recibir ni este ni ningún otro galardón después de que se sondeara su disposición a aceptarlo desde la Real Academia. Las distintas academias e instituciones como el Ministerio de Cultura proponen cada año a una treintena de candidatos al premio mayor de las letras hispanas. La composición del jurado, una decena de miembros que varían de año en año, no se conocerá hasta el mismo día del fallo. Son personalidades del mundo académico, literario y universitario. Sí se conocen los miembros «fijos», como el ganador del edición precedente, el colombiano Alvaro Mutis. Como último llegado al club tiene la potestad de proponer candidatos de última hora en el curso de la deliberación. También es fijo el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, que acaba de ser reelegido.