Valdeón analiza las coincidencias entre las guerras civiles de 1936 y de 1366
El historiador Julio Valdeón analiza en su obra Pedro I el Cruel y Enrique de Trastámara (Aguilar) las coincidencias que hubo entre la guerra civil del 36 y la contienda fratricida que acabó con el asesinato de Pedro I el Cruel y la entronización de Enrique de Trastámara. «Aunque son períodos muy distintos, con motivaciones y mentalidades que no se pueden comparar, existen sorprendentes coincidencias, como el hecho de que los dos bandos se enfrentan por posturas progresistas y reaccionarias, las dos guerras duraron tres años, las dos recibieron ayuda internacional, y Burgos, en ambos caso, fue la ciudad que proclamó rey a Enrique de Trastámara, y Generalísimo a Franco». Los hermanastros se odiaron desde la más tierna infancia y lucharon por el trono hasta el límite de sus fuerzas. Según Valdeón, Pedro I responde con algunas actuaciones puntuales a su sobrenombre de «cruel». «Cuando asesinó a un conspirador, llamado Fadrique, lo degolló en medio de una fiesta, y mientras corría la sangre por el suelo, los invitados bebían y bailaban alrededor del cadáver». Para narrar los hechos, Valdeón se ha apoyado en un testigo directo: Pedro López de Ayala. «Es un hombre que estuvo en los dos bandos, y, aunque hay filtrar algunos de los acontecimientos que relata, es bastante objetivo». El libro habla, entre otros asuntos, de la guerra que enfrentó a los dos hermanos y que duró desde 1366 a 1369. «Afectó profundamente a todas las capas de la sociedad, desde la alta nobleza y los grandes dignatarios de la Iglesia, hasta la gente menuda del campo y a la minoría judía». En esta época, además se desborda el rechazo hacia la comunidad judía.