«Estoy envenenado por el arte»

-¿Qué le inspira? -En un principio, cualquier cosa, sobre todo, el pasado, me gustan mucho los objetos antiguos, las cosas viejas, los teléfonos... Pero, realmente, no necesito muchos motivos para empezar a trabajar. -Si la naturaleza muere, ¿siempre nos quedará el arte? -Sí. Desde el principio de los tiempos, en la prehistoria hay reflejado ya un modo de vida. También motivos de todo tipo, desde los religiosos a los paisajes (como los fantásticos pintores holandeses), los florales... En la pintura está todo. En el recuerdo, al menos, nos quedará alguna nota. Esperemos que no tengamos que necesitar la pintura para saber cómo era la naturaleza o cómo era ese mar que ahora está negro por culpa del Prestige. -¿Qué valora de un premio, el dinero o el prestigio? -Va todo muy unido. Lo económico es imprescindible para poder seguir trabajando. A mí, que no necesito la pintura para poder vivir, sobre todo, me motiva el afán de superación, que te reconozcan. -¿Su razón para pintar? -Desde pequeño hay algo que te incita a coger un papel y un lápiz. Es difícil explicarlo con palabras, pero cuando has entrado de lleno en la pintura no hay forma de salir. Estoy envenenado por el arte. -¿Dónde está la línea que separa el fraude del arte? -Hoy día, ¿dónde no hay fraude? La vida está llena de fraude. En el arte habrá fraude, pero no pienso en él, en mi entorno no lo veo. Hago lo que me gusta, soy muy natural. Pienso en los buenos galeristas. -¿Quién pone precio a sus obras? -Yo mismo y mi currículum; también, la demanda y el trabajo que puede llevar cada obra, independientemente del formato que tenga. -¿Qué le emociona cuando mira un cuadro? -Sobre todo, cuando lo terminas y te gusta el resultado. Cuando te llena por completo y puedes mirarlo durante horas sin cansarte. -¿Cuándo pinta? -Fundamentalmente, por las tardes y también en días libres. Ahora estoy trabajando en una exposición que voy a inaugurar dentro de unos días en Zamora. -¿Cuál es su método? -Hago muchas fotos, porque me encanta, y tomo apuntes. Las fotos las hago porque me gustan, pero no me fío de ellas, sino más bien de un momento, de una luz, de una atmósfera... -¿Ha pensado dedicarse a la pintura por completo? -Sí, todos los días al levantarme. Pero es un mundo duro y hay que buscar la seguridad. En la pintura hay que pelear demasiado para salir adelante. -¿La pintura es para usted un refugio? -La considero una profesión, aunque sea funcionario. En la pintura me encuentro en mi mundo, puedo crear espacios, sentimientos... Cuando no pinto es como si me faltara algo. Sí, puede decirse también que es un refugio.